El «gran capital»: motor de la economí­a


Alan Garcí­a (C), presidente de Perú, visitó a la familia real de España en su visita por Madrid.

El presidente peruano, Alan Garcí­a, defendió hoy la apertura de los mercados al «gran capital», auténtico generador de inversiones y empleo, frente a las recetas «arcaicas» de modelos que dan prioridad al Estado, en alusión velada a paí­ses como Venezuela.


«El paí­s que prospera es el paí­s que atrae más capitales en la nueva economí­a», afirmó Garcí­a durante su intervención en un foro informativo en el segundo y último dí­a de su visita oficial a España, dedicada principalmente a animar a los empresarios españoles a invertir en Perú.

El mandatario peruano hizo una encendida defensa de la nueva economí­a basada en las nuevas tecnologí­as y en la sociedad de la información, que «exige el fortalecimiento de los grandes capitales, de sus fusiones y de su desempeño a nivel mundial».

Garcí­a expresó su deseo de que Perú se convierta en un paí­s atractivo y abierto para esos capitales a través de «la reducción de aranceles, la estabilidad económica».

«Nuestro primer objetivo es crecer a través de las inversiones», aseguró, recordando que Perú cuenta con unas reservas de divisas de 30 mil millones de dólares, que el paí­s andino creció un 8,3% en 2007 o que siguen sin explotar el 96% de sus capacidades mineras, en un paí­s «polimetálico».

El mandatario peruano tampoco se olvidó de recordar el último hallazgo de 56 mil millones de metros cúbicos de gas natural realizado por la petrolera española Repsol-YPF en la zona de Camisea, en el sudeste de Perú.

Las reservas de gas de Perú garantizan el consumo interno «por más de 20 años, quizá 30, al mismo tiempo que exportamos una gran cantidad de gas a Monterrey y los Estados Unidos, y al mismo tiempo que instalamos tres plantas petroquí­micas», aseguró.

En su defensa de la apertura de mercados, Garcí­a criticó la postura de los paí­ses que «el Estado sea el gran gestor, el gran inversor y sancta sanctorum de la economí­a».

«A eso se suma que algunos paí­ses tienen altí­simos ingresos en razón de sus riquezas naturales, lo cual convierte, creen, en acertados sus planteamientos económicos», afirmó el mandatario peruano, en una alusión a paí­ses como Venezuela y su presidente, Hugo Chávez.

«Lo que transamos es fundamentalmente inteligencia y cada vez o con menor precio, a pesar del esfuerzo del señor Chávez y sus amigos los árabes, los recursos materiales», dijo Alan Garcí­a.

«Yo creo que cerrar un paí­s en torno a su riqueza por grande que sea lo priva de recibir el impulso de la inversión y la tecnologí­a internacional que es muchí­simo más grande que lo que tenga un paí­s por rico que sea», afirmó Garcí­a, quien, no obstante, no se mostró alarmista respecto a la eventual exportación del modelo venezolano.

«No hay ninguna amenaza. Estos modos de pensar están en retroceso», dijo, antes de insistir en que «el avance de la tecnologí­a, la fuerza de internet, de lo satelital, el esfuerzo cientí­fico que eso permite y la movilización de capitales por trillones de dólares que eso lograr no tiene nada que ver con el pequeño esfuerzo de un gobernante de un pequeño paí­s».

«El problema es que el tí­tulo presidente, a veces, convence a alguno que ser presidente es ser un hijo de Dios con capacidades taumatúrgicas y sobrehumanas y en el fondo, uno no es más que un ser humano como cualquiera, sujeto al contexto, sujeto a las imprudencias del mundo», concluyó Garcí­a.

El mandatario peruano, que regresa hoy a Lima, puso fin con este foro a los actos oficiales de su visita a Madrid, durante la cual se reunió con el jefe del gobierno español, José Luis Rodrí­guez Zapatero, y fue recibido por el rey Juan Carlos I.