Arrebato de pesimismo en la economí­a mundial


La caí­da de las bolsas mundiales y el creciente pesimismo con respecto a la economí­a estadounidense enturbió el contexto financiero mundial sobre el cual van a debatir a partir de mañana dirigentes polí­ticos y grandes jefes de empresa en el Foro de Davos, en Suiza.


La confianza que reinaba hace un año durante la última edición de esta cumbre de los individuos más poderosos del planeta ha quedado eliminada de un plumazo por la crisis de los créditos inmobiliarios de riesgo en Estados Unidos. Lo más grave es que las consecuencias negativas de este choque no han terminado todaví­a.

Los organizadores del Foro económico mundial habí­an previsto numerosos debates sobre la cuestión de los riesgos y la potencial depresión económica. La caí­da en picado de las bolsas ayer hace que estas cuestiones estén todaví­a más de actualidad para las decenas de dirigentes económicos y polí­ticos que se darán cita en Davos esta semana.

El fundador y organizador del Foro, el profesor de economí­a Klaus Schwab, desea que este año se evite «caer en un excesivo pesimismo», lo cual va a resultar difí­cil para algunos dirigentes de empresas, que ven cómo los tí­tulos de sus firmas caen cada dí­a un poco más bajo en las bolsas.

La suerte de los paí­ses emergentes, con China a la cabeza, también se anuncia una cuestión central. Estos Estados, motores de la economí­a mundial en los últimos años, no pierden impulso y evitan que el planeta entero caiga en una seria recesión económica.

Sin embargo, la duda invade los ánimos de los dirigentes económicos. El director general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, que acudirá a Davos al igual que el responsable del Banco Mundial (BM), Robert Zoellick, se preguntó por la resistencia de estas economí­as.

«No es imposible que incluso en los paí­ses emergentes (la situación en Estados Unidos) tenga un cierto efecto y el crecimiento sea menos fuerte que lo esperado», declaró ayer en Parí­s.

Para Michel Aglietta, profesor de Economí­a de la universidad francesa de Nanterre, «China no va a compensar la pérdida de ritmo de los paí­ses desarrollados y el crecimiento mundial va a perder velocidad».

Los cerca de 30 empresarios chinos presentes en Davos serán sin duda una de las delegaciones más solicitadas por sus homólogos de paí­ses desarrollados, que buscan con interés contratos.

La misión del viceprimer ministro chino, Zeng Peiyan, será intentar tranquilizar a sus interlocutores sobre la solidez del sistema financiero de su paí­s.

Por su parte, los empresarios y economistas europeos esperarán ávidos las declaraciones del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet, con la esperanza de adivinar en sus palabras una bajada de las tasas de interés a medio plazo, lo cual darí­a un poco más de juego ante bancos y mercados cada dí­a menos entusiasmados por financiarlos.