OSCAR PETERSON


Grecia Aguilera

El eminente pianista Oscar Emmanuel Peterson nació en la ciudad de Montreal, Canadá, el 15 de agosto de 1925 y murió en la ciudad de Toronto, Canada, el 23 de diciembre de 2007, a los 82 años de edad. Las sesiones musicales que dejó grabadas serán por siempre un ejemplo para las nuevas generaciones y una gran herencia para la historia de la música. Su talento creativo, expresividad, y capacidad para hacer de la improvisación un verdadero arte, lo hicieron siempre un músico sobresaliente y absolutamente maravilloso. En 1949, Norman Granz, gran impulsador de la música jazz y fundador de los sellos discográficos «Verve» y «Pablo», lo escuchó tocar el piano casualidad, y al darse cuenta de su gran calidad artí­stica, lo contactó de inmediato, firmando un contrato con el famoso grupo de concierto «Jazz At the Philharmonic» -JATP-. Oscar Peterson debutó con este grupo en el Carnegie Hall de la ciudad de Nueva York en septiembre de ese mismo año y el público quedó fascinado por la asombrosa velocidad, agilidad y presteza con que ejecutó el piano. Recibió durante toda su vida merecidos homenajes y condecoraciones; el tí­tulo de Doctor Honoris Causa, le fue conferido por 10 universidades de los Estados Unidos de América y Canadá. En 1991 la Universidad de York en Toronto le otorgó el tí­tulo de Gran Canciller. El 20 de noviembre de 2003, el gobierno de Austria lo condecoró con la Cruz de Honor por sus logros artí­sticos y culturales. Además el Consejo Internacional de la Música, CIM, lo hizo Miembro Honorario de dicha institucioón. El CIM selecciona como miembros de honor solamente a extraordinarios músicos del mundo como por ejemplo: Claudio Abbado, Mstislav Rostropovich, Seiji Ozawa, Yehudi Menuhin, Isaac Stern, Jean-Pierre Rampal, entre otros destacados músicos. Una de las creaciones sobresalientes de Oscar Peterson es la obra titulada «Suite Bach», la cual fue grabada durante su persentación en el «Westwood Playhouse» de Los íngeles California, en 1986, y que compuso en honor al maestro universal de la música Johann Sebastian Bach. Esta creación musical es muy significativa porque simboliza la interculturalidad, la nodiscriminación, la toelrancia y el intercambio entre la música académica y la música jazz. En la «Suite Bach» lo acompañan el famoso guitarrista Joe Pass, Dave Young en el contrabajo y Martin Drew en la baterí­a. La obra se divide en tres partes: Allegro, Andante y el «Blues de Bach». El Allegro, con un elegante solo de Oscar Peterson al inicio, es realmente encantador; luego, junto a los solos de sus amigos músicos, logra una ágil improvisación de intensidad creciente y maravillosa. El Andante, inspirado en las armoní­as de J.S. Bach, evoca una cajita de música, que como el tiempo indefindio, se repite una y otra vez en una tierna melodí­a, plegaria de sonidos. El «Blues de Bach», se impone coflictivo desde el principio, porque Oscar Peterson logra relacionar perfectamente la esencia del blues que surgió de la necesidad de expresar la tristeza, el desconsuelo y el tormento de los seres humanos, con la vida misma de Johann Sebastian Bach; asimismo confirma la personalidad interpretativa y artí­stica del pianista, creando la atmósfera perfecta para la música jazz. En mi espacio radial «Tribuna del Jazz·, que conduzco con el nombre artí­stico de «Samantha Terry», a través de Radio Faro Cultural en la Ciudad de Guatemala, he difundido la «Suite Bach». Y para recordar al maestro improvisador Oscar Peterson, he creado el siguiente poema que deseo compartir con ustedes, amigos lectores, amantes de la música y la poesí­a:

ENERGíA INFINITA


Escuchad

al músico magenta

resuenan

las notas de su melodí­a

en las lejanas veredas

su eco se detiene

en los álamos

y el sollozo del viento

susurra anunciando

el indetenible

paso del tiempo.

Escuchad

al música magenta

su energí­a infinita

es aurora boreal

en el horizonte.

El orfeón de aves

invisibles enmudece

en las infinitas constelaciones.

La poesí­a brota

en rayos de sol

breve es la tarde

con sus tenues colores

inmortal es la música

en la infinitud.