Un presidente en blanco y negro


El dibujante argentino José Muñoz es el nuevo presidente del Festival de Angulema 2008.

El dibujante argentino José Muñoz, especialista del blanco y negro y del cómic de aventura, preside el Festival de Angulema 2008, al cabo de «un paseo Norte-Sur» de medio siglo alrededor de las historietas.


«Acabo de cumplir 50 años como profesional de dibujo. Lo que quiere decir que tengo 65 años, y eso es menos simpático», resume Muñoz.

Nacido en Buenos Aires en 1942, Muñoz conoció «la edad de oro» del cómic argentino, al que rinde homenaje a través de una gran exposición organizada en Angulema. En los años 1950, su padre, «muy buen jugador de ajedrez», lo inscribió en la Escuela Panamericana de Arte, donde enseñaba entonces el gran dibujante Alberto Breccia.

«El me dijo: tu padre juega al ajedrez, un cuadrado negro, un cuadrado blanco. Pon siempre un blanco al lado de un negro, eso es la historieta», cuenta.

Desde entonces, José Muñoz, lentes de aros metálicos y un eterno cigarrillo entre los dedos, dibuja en blanco y negro con los guiones de otro exiliado argentino, Carlos Sampayo, a quien conoció «en la España todaví­a franquista».

En 1972, Muñoz se fue de la Argentina para conocer el cómic europeo. «Me fui como un viajero y me convertí­ en exiliado. Cuando los militares asesinos tomaron el poder, quedó descartada la posibilidad de volver a mi paí­s», recuerda.

El exilio lo llevó de Holanda a Italia, de Londres a Parí­s. «Viví­ en medio de diferentes familias creativas, argentina, española, italiana… En Argentina, hay una heterogeneidad que constituye nuestra identidad. En el cómic, el resultado es extraordinario», dice.

El éxito le llegó «muy rápido». En 1978, recibió el Premio al Mejor Album Extranjero del Festival de Angulema por «Alack Sinner». Cinco años después, el Premio al Mejor Album por «Flic ou privé» (Casterman). Finalmente, la consagración total con el Gran Premio de la Ciudad de Angulema en 2007.

Alack Sinner, su personaje dilecto, se codea con truanes y con inmigrantes clandestinos en los bares de Nueva York.

«En nuestro oficio, no estamos nunca completamente seguros de que algunos de nuestros personajes no existan. Todo ese recorrido de trabajador nómada por el mundo me ha dado el sentido de los social. Con Alack Sinner, uno se sitúa en la descripción del tejido social al estilo de Raymond Chandler. Entramos en la sociedad norteamericana», dice.

Este mes, José Muñoz publica, también con Sampayo, el primer tomo de «Carlos Gardel» (Futuropolis), un homenaje teñido de nostalgia a «la voz de Argentina». «Querí­a evocar un lugar primordial, la ciudad en la que nací­. Con la distancia, todo eso pasa a ser un poco exótico», declara.

En Argentina, «la palabra inglesa cómic ha ocupado todo el espacio de lo que antes llamábamos historietas. Yo siempre digo que lo que hacemos no es cómico, sino trágico», aunque «hay que tener siempre un poco de «auto-humor»», estima.

El Festival del cómic de Angulema, una de las principales citas internacionales dedicadas al género, celebra su 35ª edición del 24 al 27 de enero, con una programación que privilegia la creación.

El Festival beneficia este año del dinamismo del sector (más de 4.300 tí­tulos publicados en los paí­ses de lengua francesa de Europa en 2007) y un entusiasmo sin fallas del público, que hace que la cita de Angulema atraiga unos 200 mil visitantes cada año.

«En nuestro oficio, no estamos nunca completamente seguros de que algunos de nuestros personajes no existan. Todo ese recorrido de trabajador nómada por el mundo me ha dado el sentido de lo social. Con Alack Sinner, uno se sitúa en la descripción del tejido social al estilo de Raymond Chandler. Entramos en la sociedad norteamericana.»

José Muñoz