Un Estado podrido en corrupción e ineficiencia


El presidente del Congreso de la República, Eduardo Meyer, en su discurso de toma de posesión afirmó que el Estado de Guatemala está podrido en corrupción e ineficiencia y que ha sido secuestrado por intereses obscuros y nefastos.


En ese contexto, Meyer aseguró que para hacer frente a esos retos tan monumentales el Congreso debe realizar un ejercicio honesto de autocrí­tica que permita revalorizar el nivel de compromiso con los electores y con el pueblo en general.

No ponerle atención a ese pueblo frustrado que sigue siendo igualmente crí­tico del desempeño legislativo, serí­a torpe e irresponsable, además de objetivamente peligroso para la salud republicana del incipiente e incierto proceso democrático, explica.

Rebasar el nivel de tolerancia, que satura la paciencia de los guatemaltecos, reclamando la depuración de las instituciones, es acercar la tentación de la dictadura supuestamente restauradora o de la anarquí­a con cauda de desorden y de ingobernabilidad.

Meyer, considera que está en manos de esta legislatura, reflexionar y reaccionar a esa demanda popular, cada dí­a más extensa, ya que es a esta institución a la que se le acredita gran parte de la responsabilidad de ese desastre que percibe la población.

Oponerse, como oficio, traiciona la voluntad popular

En su alocución, Meyer hizo ver que los asuntos del Estado le competen no sólo a su partido que obtuvo las mayorí­as parciales en el Ejecutivo, sino también a la bancada oficial y a la oposición en el Legislativo.

Los partidos polí­ticos que acompañan a UNE en Junta Directiva, tales como el FRG y Partido Unionista (PU), han expresado su apoyo a la bancada oficial y su convicción por abonar la gobernabilidad, incluso Gana que votó por la planilla encabezada por Meyer.

Existen temas nacionales, de paí­s, como el combate a la pobreza y a la consolidación del Estado de Derecho que trascienden las diferencias ideológicas y polí­ticas, afirmó Arí­stides Crespo, primer vicepresidente del Congreso de la República.

El gobierno debe cumplir con los objetivos planteados en su programa de gobierno, que obtuvo el respaldo y beneplácito de la mayorí­a. Obstruir su realización serí­a negarle legitimidad al mandato recibido por el presidente Colom en las urnas, subraya Meyer.

«Oponerse, como oficio, traiciona la voluntad popular, tanto como desconocer, el fundamento democrático de nuestro sistema, en el cual las mayorí­as y minorí­as tienen derecho a ser escuchados para cambiar las decisiones abusivas», agrega.

Reinvindicar el Congreso

Tanto a los diputados electos por primera vez como a los reelectos, Meyer instó a trabajar por la reivindicación del Congreso, lo cual afirma será una tarea prioritaria durante su administración, garantizando al mismo tiempo, tanto para los que votaron por la junta directiva que él encabeza como a los que no, la independencia y respeto de este alto Organismo del Estado.

JUNTA DIRECTIVA 2008-2009


Arturo Eduardo Meyer Maldonado Presidente Arí­stides Baldomero Crespo Villegas Primer Vicepresidente Ferdy Noél Berganza Bojorquez Segundo Vicepresidente Pablo Manuel Duarte Sáenz de Tejada Tercer Vicepresidente José Roberto Alejos Cámbara Primer Secretario Baudilio Elinohet Hichos López Segundo Secretario Zury Rí­os Montt de Weller Tercer Secretario Rosa Elvira Zapeta Osorio Cuarto Secretario Pedro Pascual Simón Vásquez Quinto Secretario