Globos de Oro repartidos a varias cintas en un anuncio a toda velocidad


Cate Blanchett es presentada en la pantalla, como ganadora del Globo de Oro como mejor actriz de reparto en una pelí­cula de drama.

Cuatro pelí­culas recibieron ayer dos Globos de Oro cada una durante una veloz conferencia de prensa en la que se anunciaron los ganadores, entre ellos el español Javier Bardem, en un evento sin estrellas por la huelga de guionistas en Hollywood.


La épica romántica británica «Atonement», el macabro musical «Sweeney Todd», el sangriento thriller «No es un paí­s para viejos» de los hermanos Coen y el drama de «La Escafandra y las Mariposas», rodada en francés por el estadounidense Julian Schnabel, son las cuatro pelí­culas que se llevaron dos Globos de Oro cada una.

El actor Javier Bardem puede jactarse de haber sido el único de los cuatro artistas nominados que hablaban español en esta competencia que ganó su Globo de Oro. El premio fue como Mejor Actor de Reparto por su papel de asesino en serie en «No es un paí­s para viejos».

La cantautora colombiana Shakira, nominada por la canción «La Despedida» de «El amor en los tiempos del cólera» perdió a manos de Eddie Vedder, compositor de «Guaranteed» de la cinta «Into the Wild», y el otro español nominado, Alberto Iglesias, artí­fice de la música de «The Kite Runner» perdió con el italiano Darí­o Marianelli, por la de «Atonement».

Además la hondureña-estadounidense América Ferrera de «Ugly Betty» no pudo repetir la hazaña del año pasado cuando obtuvo el galardón como Mejor Actriz de Serie de Televisión.

Francia fue uno de los paí­ses que se llevó varios trofeos, el mayor a Marion Cotillard quien se impuso en la categorí­a de Mejor Actriz de Comedia o Musical por la magistral interpretación de Edith Piaf en la cinta «La vie en rose».

El anuncio de estos galardones, concedidos por la Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA) en un hotel de Beverly Hills (California, oeste), se realizó sin el glamour tradicional toda vez que la huelga que realizan los guionistas de cine y televisión desde el pasado 5 de noviembre obligó a que fuera un sosa conferencia de prensa.

Ningúno de los galardonados se desplazaron al hotel para dar agradecimientos y los únicos presentes fueron periodistas que incluso al conocerse la lista de ganadores se entrevistaban entre ellos para las distintas emisiones de la televisión local.

A los Globos de Oro para Bardem y la francesa Cotillard se sumaron otros premios que fueron a manos del talento foráneo: los británicos Daniel Day Louis y Julie Christie ganaron como Mejor Actor y Mejor Actriz de Drama, la australiana Cate Blanchet como Mejor Actriz de Reparto. La cinta británica «Atonement» fue considerada la Mejor Pelí­cula y la Mejor Banda Sonora fue la del italiano Dario Marianelli.

«Esta noche los ganadores dejaron un sabor de afuera», dijo poco después de la conferencia de prensa Pete Hammond, crí­tico de cine de la revista Maxim.

«La Mejor Pelí­cula es británica, los dos máximos galardones de actores para los británicos, mejor director para una pelí­cula rodada en francés y Mejor Actriz de Musical para Marion Cotillard. Obviamente buscaron repartir amor», opinó Hammond sobre la votación de los 100 miembros de la Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood.

Una de las mayores sorpresas fue el Globo de Oro a Mejor Director para el estadounidense Julian Schnabel, por su adaptación cinematográfica «La Escafandra y Las Mariposas» en una terna donde eran favoritos los hermanos Coen y Paul Thomas Anderson por «There will be Blood».

El sangriento musical de Tim Burton «Sweenwy Todd» le dio por fin el Globo de Oro a Johnny Depp, quien en su octava nominación se adjudicó el de Mejor Actor de Musical o Comedia por su interpretación del barbero degollador en el filme también galardonado como Mejor Musical o Comedia de 2007.

La Mejor Pelí­cula Animada fue para el ratoncito chef de «Ratatouille».

Sin limusinas, alfombras rojas ni champagne se anunciaron los ganadores a las 25 categorí­as de la 65 edición de los Globos de Oro que por primera vez desde su primera entrega en 1943 no tuvieron una gala de premiación a raí­z de la huelga de guionistas, apoyada por el sindicato de actores, que tiene en jaque a la industria en Hollywood.

Los nominados a esta premiación vieron este premio frente a la televisión como todos los espectadores que encendieron sus pantallas para conocer los nombres que prometen repetirse para el Oscar, cuyos nominados se revelarán el 22 de enero y los vencedores el 24 de febrero.

Va por el Oscar


El actor español Javier Bardem ganó ayer el Globo de Oro por su encarnación de villano en «No es un paí­s para viejos» de los hermanos Joel y Ethan Coen, quienes le permitieron una tercera nominación a estos premios considerados el mejor presagio rumbo al Oscar.

El actor fue premiado como Mejor Actor de Reparto por «No Country for Old Men» («No Es un Paí­s para Viejos») durante una ceremonia que tuvo que limitarse a una conferencia de prensa libre de estrellas y en la que el protagonista de «Jamón, Jamón» sacó la cara por los cuatro nominados que hablaban español en esta 65 edición de los premios de la Prensa Extranjera.

Nacido en Las Palmas, islas Canarias, Bardem se impuso sobre Casey Affleck que postulaba por «El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford»; Philip Seymour Hoffman de «Charlie Wilson»s war»; John Travolta por «Hairspray» y Tom Wilkinson de «Michael Clayton».

«Solo he pensado en el señor Bush», confesó la semana pasada Bardem al ser consultado sobre cómo se habí­a inspirado para construir su personaje de villano, tras ser galardonado por la Asociación de la Crí­tica estadounidense.

«Yo soy el tercero, el español», bromeó en esa oportuniad en referencia a que era uno más del clan Coen, los artí­fices de «Fargo» (1996) y «El Hombre que Nunca Estuvo» (2001).

A dos meses de cumplir 39 años, Bardem puede vanagloriarse de ser el actor español más internacional del momento y sin duda alguna el heredero de ese incómodo tí­tulo del «latin sex simbol» que da Hollywood cada cierto tiempo a un graneado grupo de estrellas extranjeras.

A finales de 2007, el hombre de rostro duro y cuerpo fornido, figuraba en dos cintas en la cartelera norteamericana, «El Amor en los Tiempos del Cólera» y «No Country For Old Men», pero además tiene en agenda al menos tres largometrajes que lo mantendrán comprometido todo este año con la industria estadounidense.

Su nombre está afichado para protagónicos en «Tetro» de Francis Ford Coppola y el musical «Nine» de Rob Marshall, en la cual compartirá cartelera con su actual pareja de vida y fortuna en Hollywood, su compatriota Penélope Cruz. También estará en «Killing Pablo», versión estadounidense de la vida del fallecido narcotraficante colombiano Pablo Escobar Gaviria, a quien encarnará.

«La verdad es que no sé, se ha dado así­, y en cierta forma es triste porque no me gustarí­a dejar de trabajar en mi paí­s, con directores españoles», dijo Bardem en noviembre en un encuentro con la prensa en Beverly Hills cuando en plena promoción de la cinta «El Amor en los Tiempos del Cólera» se le consultó por su evidente alejamiento del cine de firma española.

Postulado al Globo de Oro en 2001 por «Antes de que Anochezca» y en 2005 por «Mar Adentro», Bardem pudo finalmente ayer confirmar el popular dicho «la tercera es la vencida».

Su encarnación del despiadado asesino en serie de «No es un Paí­s para Viejos», que busca a toda costa quedarse con un dinero robado que termina atrapándolo en un lí­o del narcotráfico, lo sitúa ahora como un nombre que pisa fuerte para las nominaciones a los Oscar, que se conocerán el 22 de enero.

Bardem ya estuvo nominado a los premios de la Academia cinematográfica estadounidense en 2001 por su interpretación del cubano Reinaldo Arenas en «Antes de que Anochezca», pero sin duda que por haberse adjudicado anoche el Globo de Oro pasa ser automáticamente favorito, según los códigos que maneja la industria de Hollywood.

Lástima que justo la edición en que ganó el actor fuera la única sin cena, sin reflectores y sin los respectivos discursos de agradecimiento de los ganadores en una gala que suele ser distendida en comparación con otras que se organizan en la Meca del cine.

La huelga de guionistas obligó a convertir la cita en una conferencia de prensa, donde Bardem, como los demás 72 colegas nominados en las 25 categorí­as, debió haber haber escuchado su nombre al igual que habitualmente lo hacen sus espectadores: frente a un televisor.