Cortes de energí­a por falta de gas


Un racionamiento restringido de energí­a eléctrica en Lima debido al mantenimiento de una planta de suministro de gas de la argentina Pluspetrol provocó malestar y alarma en las industrias y la población por el colapso de los planes de contingencia en casos de emergencia.


La restricción cumplió tres dí­as ayer y se prevé que durará hasta mañana, afectando a más de 120 mil hogares y al menos a diez industrias primarias que operan en la capital peruana.

El corte parcial -de hasta siete horas diarios- se extiende de manera gradual a más de un tercio de la capital peruana, restringiendo el servicio de energí­a eléctrica a diecisiete de los 42 distritos existentes en Lima, cuya población es de ocho millones de habitantes.

«Seguirán apagones», tituló en portada el importante diario Perú21, que subrayó, al igual que el diario La República, que las compañí­as generadoras de electricidad se quedaron sin gas para producir energí­a.

La restricción se debe a que las generadoras no reciben suficiente gas para abastecer a Lima porque la planta central de suministro de Pluspetrol paralizó sus operaciones por tareas de mantenimiento y ampliación de sus instalaciones.

El corte coincide también con un debate técnico sobre las capacidades reales de Perú de exportar gas hacia su vecino Chile, que urge del hidrocarburo para generar energí­a eléctrica, cuando deberí­a primero concentrarse en satisfacer el mercado local.

El malestar mayor se produjo en las industrias afectadas, que reclamaron la falta de coordinación de las autoridades peruanas para prevenir los cortes ante el riesgo de perturbar su producción, como ocurrió con la industria láctea.

El fastidio en la población limeña se acrecentó por el colapso de una turbina en una central térmica al norte de Lima, que debí­a suplantar en caso de emergencia a la planta de gas.

El fracaso de esta alternativa llevó al diario La República a advertir a la población a tomar sus precauciones y a exigir a los organismos reguladores de tarifas públicas que intervengan para averiguar las razones del colapso, debido a que los usuarios pagan mensualmente un impuesto para su funcionamiento.

El ministro de Energí­a y Minas, Juan Valdivia, minimizó el malestar de la población aunque reconoció que no debió afectar a las industrias primarias, en declaraciones citadas por la agencia estatal Andina.

El alto funcionario peruano explicó que Pluspetrol está ampliando su planta de producción de lí­quidos en Camisea, Cusco, sureste de Perú, lo que significará que el paí­s dispondrá de una mayor cantidad de GLP (gas licuado de petróleo) para atender la creciente demanda de este combustible en el mercado local.

Pluspetrol además realiza tareas de mantenimiento en su planta Las Malvinas, las mismas que recién acabarán el 12 de enero próximo.

Algunas grandes empresas redujeron su consumo de energí­a en un 20%, señaló el diario Perú21, en tanto que otras empezaron a usar sus propios equipos de generación eléctrica.