Britney Spears inicia el año internada tras negarse a entregar sus hijos


Britney Spears asistió a una audiencia con el juez después de haber dejado plantados a los abogados en la Corte en varias ocasiones, pero se presentó demasiado tarde.

La cantante estadounidense Britney Spears empezó 2008 hundida en sus problemas de drogas y una amarga lucha por la custodia de sus dos hijos, luego que fue hospitalizada por negarse a entregar los pequeños a su ex esposo mientras estaba bajo la influencia de una droga.


Spears, de 26 años, estaba hospitalizada este viernes en el centro Cedars Sinai de Beverly Hills, adonde fue llevada bajo la influencia de una sustancia desconocida luego de negarse a entregar a sus hijos al guardaespaldas de su ex esposo Kevin Federline, según informaron fuentes policiales.

La intérprete de «Baby one more time» fue sacada en camilla de su casa la noche del jueves luego de que supuestamente se negara a entregar a sus dos hijos, Sean Preston, de 2 años, y Jayden James, de 1, al guardaespaldas de Federline.

Videos y fotografí­as del incidente colgados en sitios web sobre celebridades muestran a Spears consciente y sonriente, mientras era introducida a la ambulancia.

El portavoz de la policí­a de Los Angeles Jason Lee dijo que Spears habí­a sido detenida y estaba bajo evaluación en el hospital porque los oficiales la encontraron bajo la influencia de una sustancia desconocida.

Según sitios web especializados en la farándula como USmagazine.com y TMZ.com, hacia las 22H30 locales del jueves llegaron a la casa de Spears los paramédicos y una ambulancia y los niños fueron entregados a Federline luego de que la policí­a revisara los documentos judiciales, informó Lee.

Spears, una de las estrellas del pop más exitosas de su generación, está sumergida en una amarga batalla legal por la custodia de sus hijos con su ex esposo, el bailarí­n y rapero Kevin Federline, de quien se separó a finales de 2006.

En octubre pasado un juez limitó a la cantante tener acceso a los niños luego que ella no presentara exámenes de consumo de drogas pedidos por el magistrado en una audiencia previa donde la corte dejó por escrito que Spears era una consumidora «habitual, frecuente y continua» de «sustancias controladas y alcohol».

Además varios reportes citando fuentes judiciales han revelado las faltas de la cantante a su régimen de custodia, faltando varias veces a las visitas programadas con sus hijos y las citas con el juez.

El jueves en la mañana Spears asistió a una audiencia con el juez después de haber dejado plantados a los abogados en la Corte en varias ocasiones, pero se presentó demasiado tarde, por lo que el defensor de Federline pudo tener contacto con ella sólo por 13 minutos, según USmagazine.

El dí­a antes, sus abogados anunciaron que abandonaban su caso por «una ruptura de las comunicaciones» con Spears que hace «imposible seguir representado sus propios intereses».

Con 16 años y una pose de liceal sexy, Spears saltó a la fama en 1999 con «Baby one more time», desatando así­ la «Britneymaní­a» mundial que le permitió vender 76 millones de álbumes y ostentar entre 2000 y 2005 el tí­tulo de cantante mejor paga del mundo, con una facturación de 38,5 millones de dólares por año.

Pero la vida personal de la joven estrella no supo acompañar el éxito. Tras una relación con el también cantante Justin Timberlake, en enero de 2004 se casó sorpresivamente en Las Vegas con un amigo de la infancia, Jason Alexander, unión que duró 55 horas.

Antes de fines de 2004 Britney ya se habí­a casado nuevamente, con uno de los bailarines de su espectáculo, Kevin Federline, que ya tení­a dos hijos pequeños.

La estrella se retiró poco después de los escenarios y estudios de grabación para dedicarse a su flamante familia: en setiembre de 2005 nació el primer hijo de la pareja, Sean Preston, seguido un año más tarde de Jayden James.

Aunque retirada de los escenarios, los «paparazzi» no la dejaron en paz, retratada en tareas cotidianas o salidas nocturnas sin ropa interior, hasta que en 2006 suplicó en llantos en la televisión que la dejaran tranquila. Poco después, con el pequeño Jayden de seis semanas, anunció el divorcio.

Desde entonces es presa de los tabloides que se regodean contando los últimos trastornos de la estrella caí­da en desgracia.