El alza de los precios se extiende a las materias primas agrí­colas


Una mujer cosecha fresas en Palestina. La fiebre alcista de los productos ya ha tocado a los productos agrí­colas.

La fiebre alcista que se ha apoderado del precio de las materias primas no salva a los productos agrí­colas, que han subido debido a los crecientes impuestos a la exportación de cereales en China y Rusia, la fuerte demanda mundial, una mala cosecha en Australia, la especulación y la escalada del petróleo.


China anunció a fines de la semana pasada la implementación desde el 1 de enero de un impuesto a la exportación de cereales, arroz y soja, en un margen que oscila de 5% a 25%.

Rusia anunció de forma simultánea que subí­a casi cinco veces los impuestos a la exportación de cereales durante tres meses -de 22 a 105 euros la tonelada-, lo cual la alejará de facto del mercado internacional.

Ambos anuncios tienen lugar tras la noticia de que Argentina acaba de suspender sus exportaciones de trigo hasta nuevo aviso, mientras la mala cosecha 2007 de Australia a raí­z de una sequí­a ya redujo ampliamente la oferta.

Los grandes exportadores que quedan en pie se reducen de esta manera a Estados Unidos, Canadá y Kazajastán.

Además, el barril de petróleo alcanzó el miércoles por primera vez los 100 dólares, un nivel que alienta la transferencia hacia las energí­a alternativas y aumenta la demanda de trigo y maí­z, con los cuales se produce el bioetanol, o la de la soja, con la cual se produce el biodiésel.

Las repercusiones de estas noticias en el mercado de Chicago fue inmediata. Las cotizaciones de la soja registraron ayer un récord al cierre y se acercaron a su máximo histórico, mientras que el maí­z subió durante la sesión a su máximo nivel en 11 años.

El contrato a término de soja más vendido (para entrega en marzo) cerró con un récord de cierre a 12,675 dólares. Durante la sesión subió hasta los 12,685 dólares, a poco más de 20 centavos de su máximo histórico de 12,90 dólares alcanzado en sesión en junio de 1973, tras el embargo a las exportaciones impuesto por el presidente Richard Nixon.

«La situación del mercado es verdaderamente muy tensa», sostuvo Joe Victor, analista de Allendale.

«Los inventarios están en mí­nimos históricos, y cualquier restricción adicional sobre las exportaciones sólo puede conducir a niveles de precios más elevados», destacó Abdolreza Abbassian, analista del mercado de cereales en la Organización para la Alimentación y la Agricultura de la ONU (FAO).

Según Abbassian, el impacto en el mercado es ante todo psicológico porque «la mayor parte de los cereales rusos que habrí­a podido ser exportada ya lo fue».

Pero si bien China y Rusia disponen de bastante recursos de cereales para su mercado interno, las autoridades de ambos paí­ses se prepocupan por el retorno de la inflación y el alza de los precios de los productos alimenticios.

Para evitar una «carrera hacia la exportación» de los cereales y la soja, quieren transmitir el mensaje -a veces con vocación electoral, como en Rusia- de que «mientras los precios aumenten, no dejarán que los recursos cerealeros sean exportados», subrayó Victor.

Mientras el í­ndice de la FAO que mide la evolución de los precios de los alimentos subió cerca de 40% en 2007, Victor espera que la tendencia alcista persista al menos «hasta inicios del mes de abril», cuando las perspectivas para las cosechas 2008 sean un poco más claras.

Además, la demanda de los paí­ses emergentes sigue creciendo con fuerza. «El 31 de diciembre, recibimos un llamado de oferta de 610 mil toneladas de trigo de Pakistán y de 50 mil toneladas más de Bangladesh», destacó el analista de Allendale.

Los expertos del banco de inversiones Goldman Sachs creen que la escalada de los precios de las materias primas continuará este año, sobre todo en el área de los productos agrí­colas, para los cuales aumentaron sus perspectivas de precio hace tres semanas, principalmente para la soja ( 60%).

«Los inventarios están en mí­nimos históricos, y cualquier restricción adicional sobre las exportaciones sólo puede conducir a niveles de precios más elevados.»

Abdolreza Abbassian

analista del mercado de cereales en la FAO