Recientemente el próximo presidente de la República, ingeniero. ílvaro Colom, declaró a la Prensa que tenía la intención de dialogar con la señora María Antonieta del Cid de Bonilla, presidenta de la banca central del Estado, el Banco de Guatemala (BG), debido a que ella le ha servido al gobierno de la Gana, en ese importante cargo, gobierno que se rige por la política neo liberal, contraria, según los pronunciamientos del presidente electo, a su ideología que dice es social demócrata. Siendo así es lógico que la Presidenta del BG debe ajustarse a la política social demócrata que deberá establecer la Junta Monetaria, si la mayoría de sus miembros así los disponen.
Varios órganos de la prensa escrita (Prensa Libre, Siglo Veintiuno, ElPeriódico) han editorializado imputándole al futuro presidente de la República de ?abuso de poder? y de ?politizar? la función del BG, que es exclusivamente técnica, según tales editiorialistas. Posición equivocada, porque la banca central, desde fines del siglo XVII, al fundarse el Banco de Inglaterra y otros bancos centrales en países de Europa, la institución ha sido poderoso instrumento técnico sí, pero también eminentemente político.
Sin ir más lejos recordemos la historia de la banca central guatemalteca. En los años 20 del siglo pasado, conforme al modelo de banca mixta (Estado y banca privada), propuesta por el economista Kemerer fue establecido el Banco Central de Guatemala. Dicho banco, como lo dice el economista Valentín Solórzano, en su libro Evolución Económica de Guatemala, 4a. Edición, no era un banco central en el sentido estricto del término, pero era sí realmente la institución que llenaba muchas necesidades y reorganizaba el sistema monetario del país, dentro de la política liberal de entonces.
Ese sistema de banca central mixta desapareció al final de la Segunda Guerra Mundial, inspirado por las tendencias social demócratas promovidas por el Gobierno de los Estados Unidos de América, incorporadas a la política del New Deal (del Nuevo Trato) del presidente F. D. Roosevelt. En Guatemala fue fundado el Banco de Guatemala, completamente estatal y apartándose de la política bancaria que habían seguido los gobiernos de J.M. Orellana, Lázaro Chacón y Jorge Ubico. El sistema no cambió con el derrocamiento del presidente Arbenz, pero sí desde que la EUA, han implantado a nivel internacional su política de globalización neo-liberarl, al ponerse en vigor el Decreto 16-2002, actual Ley Orgánica del Banco de Guatemala (LOBG) que ahora casi sólo tiene el cometido de controlar la inflación, pues ha sido privada de su misión original: fomentar la producción y satisfacer las necesidades esenciales de la población. De entidad controladora de la banca privada se ha convertido en instrumento de esta última, en perjuicio del desarrollo social y de la población guatemalteca, salvo el minoritario círculo empresarial plutócrata.
En pocas palabras: la banca central siempre ha estado ligada a la política y, en consecuencia están equivocados los editorialistas de los órganos de prensa mencionados.
Estos editorialistas afirman, también, por desconocimiento de la Ley, que es el Presidente (sea hombre o mujer) del Banco de Guatemala, quien determina la política de la banca central y no es así, les recomiendo que lean el artículo 26 de la Lobg, literal a), que textualmente dispone que es atribución de la JM, ?Determinar y evaluar la política monetaria, cambiaria y crediticia del país, incluyendo las metas programadas, tomando en cuenta el entorno económico nacional e internacional?. Asimismo, les recomiendo lean el artículo30 de la LOBG que entre las atribuciones que le asigna al Presidente de la JM y del BG no está la que han invocado por ignorancia, o sea que es el Presidente o Presidenta quien determina la política de la Institución, pues en su literal a) preceptúa que es atribución suya:
?a) Proponer (la cursiva es mía) a la Junta Monetaria la política monetaria, cambiaria y crediticia, incluyendo las metas programadas, así como las medidas y acciones que coadyuven a su efectiva ejecución?.Es decir que sólo puede proponer, porque es la JM la que tiene la atribución de DETERMINARLA Y EVALUARLA, según mandato del artículo 26 de la LOBG.
A la interrogante del título de este escrito, ¿Banca Central apolítica?, la respuesta en Guatemala o, en cualquier país del mundo, ajustándose a la verdad y a las normas jurídicas, nacionales e internacionales, es: la administración y funcionamiento de la Banca Central debe ser, de manera inecindible, tanto técnica como política.