Han pasado once años desde que se firmó la Paz ?Firme y Duradera?, once años desde que el enfrentamiento entre hermanos fue aplacado y el derramamiento de sangre cesó… O en realidad no ha sido así, en realidad la paz firmada detuvo nada más el conflicto armado, más no detuvo las injusticias sociales, frenó el combate más no el sufrimiento de los guatemaltecos.
lahora@lahora.com.gt
El gobierno de í“scar Berger se acerca a su final, el final de la era en donde ?se respetaron los derechos humanos?. Por lo menos esto es lo que afirma el mandatario y su gabinete, a pesar de que la realidad que sufre la población es otra a la realidad de Berger.
Anualmente la cifra de muertos por diversas causas ha aumentado, hasta convertirse en el último año de Berger en más de 6,000. Los asesinatos de mujeres también han aumentado desde el 2000, con un repunte durante los 4 últimos años. Aproximadamente 4,000 mujeres han sido asesinadas desde inicios de esta década, con un saldo final de 536 feminicidios este año. La impunidad en el país registra niveles exagerados. Una persona es capaz de cometer un crimen, y porcentajes registran que tiene el 97 por ciento de probabilidades de no ser culpado por dicho crimen.
Las ejecuciones extrajudiciales cometidas por las fuerzas de seguridad del Estado, evidenciadas desde la muerte de los diputados salvadoreños al Parlamento Centroamericano, el caso Gallito y la Granja Penal de Pavón, fueron de los principales dolores de cabeza de la administración que finaliza. También los desalojos violentos de fincas y granjas ocupadas por campesinos fueron una de las principales características de este gobierno.
A pesar de todo esto hay quienes creen que se ha logrado crear «Una sociedad diferente». Es lo que en opinión de Gustavo Porras, signatario de los Acuerdos de Paz, se ha ido construyendo en los últimos 11 años. El fin de la violencia y persecución política, consolidación de la democracia y una apertura de la libre expresión del pensamiento son algunos de los ejemplos citados.
Pero no solamente en el aspecto de seguridad y justicia hay críticas. El tema agrario sigue sin ser atendido, a esto se suma la poca eficacia de los proyectos de reconciliación, en donde existe un programa de resarcimiento que no funciona, mientras que se ha acelerado el pago de los ex Patrulleros de Autodefensa Civil (ex PAC) y los procesos iniciados por violación de derechos humanos durante la guerra contra militares no avanza en los tribunales.
Otro de los puntos de rezago es el nivel de inversión social, el cual sigue siendo uno de los más bajos de la región, lo que sigue causando que Guatemala concentre los peores indicadores de calidad de vida del continente, superado sólo por Haití.
Y por último el tema tributario es uno de los enormes lastres que muestra el proceso, en donde apenas se ha alcanzado un 12 por ciento del Producto Interno Bruto, lo cual impide dotar al Estado de los recursos económicos que estén acordes a las necesidades que demandan los problemas que vive la sociedad guatemalteca.