Ya fue suficiente la mala experiencia vivida con la administración de la actual Ministra de Educación como representante del estrato económico más pudiente en el país como para que el Presidente electo piense en nombrar en el Ministerio de Educación a otra persona representante de la oligarquía, quien, vox pópuli «no ha tenido la experiencia de conocer ni de vivir la realidad de la educación pública como fuente de trabajo ni de vida. Lo anterior de hecho la descalifica porque no sabe ni conoce la problemática educativa.
Ya no más negocios ilícitos con el dinero del pueblo en la «contratación» de empresas familiares para edición de libros de texto; ya no más «adjudicaciones» a empresas familiares para la construcción de edificios nacionales al servicio del Ministerio de Educación; ya no más importación de planes y proyectos educativos de otros países para su aplicación burda y tosca en el ambiente escolar de Guatemala; «ya no más» habrían muchos en diferentes renglones donde hubo negociación económica que le dejó réditos millonarios».
Y en el ambiente educativo REAL, ¿qué deja de bueno para la población educativa la ministra? Sólo programas «virtuales» que según sus adláteres representan el «non plus ultra» sin saber las negociaciones económicas que ello conllevó; tal el caso de un psicólogo estadounidense quien ganó millares de dólares por la implementación de un curso motivacional.
El Ministerio de Educación debe ser dirigido por una persona compenetrada de la realidad educativa del país, de las necesidades, pobrezas y defectos de la población docente y administrativa; que conozca y haya vivido ella misma en el sistema educativo público para entender, sugerir, modificar, erradicar, comprender, analizar los parámetros educativos acordes a la realidad y necesidad de la población estudiantil.
La Asamblea Nacional Magisterial presentó al Presidente electo candidatos/as para ejercer el cargo de Ministro de Educación; entre ellas está el doctor Olmedo España, quien a través de su vida laboral ha desempeñado puestos en los diferentes niveles de la educación pública y en el ámbito universitario, por lo tanto es el más indicado para desarrollar el Plan Educativo de la Unidad Nacional de la Esperanza; mismo que fue elaborado y/o planificado por el mismo doctor Olmedo España.
El doctor Olmedo España sabe muy bien que en las Direcciones Departamentales de Educación se necesitan cambios urgentes para imprimir dinamismo en favor del usuario y de la población educativa; tendrá que escoger muy pero muy bien a los/las próximos/as directores/as departamentales de educación, de manera muy especial a la Dirección del Departamento de Guatemala puesto que en el ámbito magisterial, la vox pópuli indica que la mayoría de candidatos/as para ese puesto, son personas cuestionadas por aspectos de corrupción durante su desempeño como supervisores educativos.
Esperamos que la propuesta del doctor Olmedo España, sea la mejor para la conducción de un Ministerio tan vital para el verdadero desarrollo educativo que tanta falta hace en Guatemala.