El encarecimiento de los combustibles y la creciente inflación serán los principales retos que debe enfrentar la administración de Colom durante sus primeros días al frente del Organismo Ejecutivo.
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Luis Linares, analista de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asies), sostiene que el próximo gobierno debe definir con prontitud su línea de acción para enfrentarse a las repercusiones que ocasiona el encarecimiento de los combustibles en la actividad productiva y comercial a través de políticas monetarias y energéticas.
«Es necesario que se adopte una postura y se planifiquen acciones para que la población no sufra las consecuencias de los altos precios de las gasolinas y diésel, que ejercen presión en los transportes y productos de la canasta básica», opinó Linares.
En noviembre pasado, el precio de la canasta básica de alimentos ascendía a mil 683 quetzales y la canasta básica vital a 3 mil 071, mientras que el índice inflacionario mensual se elevó de 0.34 en octubre a 1.89 puntos porcentuales en noviembre, debido al encarecimiento de los precios del petróleo en el ámbito internacional, así como de algunos granos básicos.
Movimiento de tasas
Durante este año, la Junta Monetaria (JM) resolvió incrementar periódicamente la tasa de interés líder para moderar el crecimiento inflacionario y poder cumplir con las metas establecidas a corto y mediano plazo.
El ultimo ajuste sancionado por la JM que eleva la tasa de interés general de 6.25% a 6.50% entrará en vigencia a partir de hoy; según el comunicado emitido por el Banco de Guatemala, la resolución se debió a los comportamientos de oferta y demanda, desequilibrados por los precios internacionales del petróleo, trigo y el maíz.
Los dos últimos son considerados por los expertos, como la clave para aliviar la tensión que genera el petróleo y el insumo principal para la producción de combustibles renovables, sin embargo la producción de estos energéticos en el extranjero ya han modificado el comportamiento de su precio.
En exploraciones
Linares opina que de no haber una reducción en los impuestos adicionales que se cobran por los combustibles o su eliminación, será necesario explorar nuevas soluciones, como el uso de combustibles no fósiles o energía renovable.
En la antesala a su ascenso a la presidencia, Colom ya ha puesto en marcha un plan para estudiar las soluciones que ofrecen los biocombustibles, tomando como ejemplo el uso que dan Brasil y Estados Unidos a las energías verdes.
El desarrollo de la política energética basada en las experiencias brasileñas, requiere de una fuerte inversión y cambios en la legislación, estima Linares, por lo que se deberá realizar un trabajo conjunto entre los equipos de transición del gobierno entrante y saliente para determinar la factibilidad del proyecto.
No obstante, el presidente electo, también aseguró que se encuentra interesado en explotar los beneficios que ofrecen las fuentes de petróleo en el país, y aprovechar al máximo los recursos fósiles, paralelamente al estudio de nuevas opciones.
«La actuación pronta de las autoridades ante una situación de crisis energética puede reducir los impactos que atenten contra la seguridad de la población», finaliza Linares.