Un año más de ejercer periodismo, con la voluntad de ayudar


Prácticamente estamos terminando un año más de vida en Guatemala y en el mundo entero; el dios Cronos indica que desde estas fechas habrá que hablar en tiempo pasado respecto de algunos actos y conductas que hemos desarrollado durante el todaví­a hoy presente 2007.

Fernando Mollinedo

De la misma forma, el dí­a de hoy hago una retrospección de la labor periodí­stica que durante el año he desarrollado, y me permito decirle a los y las amables lectores/as que ha sido un honor poder dirigirme a ustedes por medio de este espacio, que me proporciona la enorme satisfacción de poder decir, hablar en forma escrita, sugerir, prevenir, solicitar y hasta exigir, algunos de los derechos que como ciudadanos guatemaltecos nos son inalienables.

El ejercicio del periodismo me ha brindado la satisfacción de llegar a la mente y razón de muchas personas integrantes de diferentes estratos socioculturales y económicos; ello ha permitido que conozca diferentes temas, necesidades y posibilidades de resolución de problemas para, en su caso, sugerir las acciones gubernamentales y darle a la población una vida mejor, creando obras de infraestructura o bien con la utilización de los medios necesarios para satisfacer las necesidades sociales.

El afán de escribir y exponer algunas veces lo que otras personas no tienen la oportunidad de hacer, representa un compromiso social de gran envergadura, porque se convierte el periodista en vocero del pueblo y de esa forma se gana en algunos casos, el reconocimiento social de la población o bien la reprimenda gubernamental por medios ilegales y coercitivos que van desde las acusaciones delictivas infundadas hasta el desprestigio unipersonal o familiar, en algunos casos llega al extremo de hacerse acreedor a la misma muerte.

En esta época de reflexión cristiana me permito ofrecerles a los lectores, seguir en la lí­nea de exposición de actos y hechos que puedan resultar beneficiosos para la población y en especial para quienes ni siquiera tienen la posibilidad de hablar el «idioma oficial» de la República de Guatemala. Lo anterior me motiva a intentar una plegaria a DIOS, en la cual agradezco, pido y ofrezco lo siguiente:

Agradezco al Señor la vida que nos ha proporcionado hasta este instante en que escribo el presente artí­culo; Pido a Dios porque los nuevos gobernantes ejerzan su actividad polí­tica dirigida a los grupos sociales marginados históricamente y se les proporcione la oportunidad de vivir con el mí­nimo de dignidad como personas; porque cumplan con los ofrecimientos hechos a la población que confió en ellos por medio del voto; y pido a Dios por el cese de la violencia que en todas sus manifestaciones lastima a la población por la impunidad de quienes se arrogan la autoridad de disponer de la vida de los demás; y ofrezco dar de mi lo mejor en esta relación con Dios y con las personas que amo, para disfrutar de una vida proyectada hacia los valores que sostienen a esta sociedad. AMEN. Feliz Navidad al pueblo guatemalteco.