El pino, la manzanilla, el ponche y el tamal, inundan los corazones de los guatemaltecos


Los tradicionales nacimientos ya están listos en las casas de las familias católicas de Guatemala, esperando recibir la algarabí­a de la medianoche de hoy.

El pino y la manzanilla ya adornan las calles y los hogares de Guatemala. El olor del ponche de frutas y de los tamales, de arroz o de maí­z, empiezan a sentirse mientras se terminan de cocinar. Los nacimientos de figuras de barro ya están listos; los árboles lucen ya sus colores. En fin, todo está preparado para celebrar hoy la Nochebuena y mañana la Navidad.

Mario Cordero
mcordero@lahora.com.gt

La Navidad es una de las fiestas más coloridas de Guatemala, pues es una celebración que empieza a vivirse desde muchos dí­as atrás. Los comercios ofrecen varias ofertas, con tal de atraer a los compradores, quienes recibieron un incentivo económico adicional en diciembre con el aguinaldo.

Aún en horas de la tarde, algunas personas realizarán sus últimas compras navideñas: tal vez algún olvido, o comprar la cadena de manzanilla o la hogaza de pan, para que todo esté lo más fresco posible. Los establecimientos comerciales querrán quemar sus últimos cartuchos, acaparar esos últimos resguardos del aguinaldo, con ofertas «de locura navideña», rebajando hasta el 50 por ciento al precio habitual.

El tráfico, por cierto, será tan voraz como los dí­as anteriores. Sobre todo en las calles más cercanas a los centros comerciales y lugares de ventas navideñas, como la 6ª. avenida o la 18 calle de la zona 1, o los lugares cercanos a los campos del Roosevelt.

Pero toda esa «locura» de dí­as atrás, de compras a la carrera, regalos, convivios, intenso tráfico y otras actividades, quedan un poco en el olvido, cuando en el cielo se empieza a pintar la noche, que anuncia la entrada a la Nochebuena.

La calma llega un poco; eso sí­, surgen los cohetillos, y más de algún «canchinflí­n» se escuchará por el cielo nacional, pese a que desde el fin de semana pasado están oficialmente prohibidos. Habrá que tener cuidado, empero, con estos artefactos pirotécnicos, pues años anteriores han provocado quemaduras, sobre todo en los niños, y trágicos incendios, dolorosos por las pérdidas humanas.

Pese a ello, el ritmo baja un poco; ya serán las visitas familiares o correr para llegar temprano a las ceremonias religiosas, pues la mayorí­a de guatemaltecos no olvidan que esta fiesta es más que nada el recuerdo del nacimiento de un niño, hace más de dos mil años, que cambió la fisonomí­a de la humanidad.

Usualmente, el alcohol acompaña estas fiestas, por lo que hay que tener cuidado en las carreteras, calles y avenidas de Guatemala, y, especialmente, si bebe licor, no maneje: deje que las otras personas también tengan una Feliz Navidad.

Recuerde, además, que el alcohol altera la agresividad de ciertas personas, por lo que los hechos violentos tienden a aumentar en estas fiestas.

Al llegar al filo de la medianoche, los niños estarán con ganas de dormir, pero a fuerza de cohetillos querrán estar despiertos para recibir sus regalos. Mientras tanto, las familias estarán ya del todo reunidas; incluso, algunos familiares se verán las caras, luego de una larga ausencia durante todo el año, pues la Navidad también sirve para eso: para unir cariños lejanos.

Algunos minutos antes de las doce, algunas personas, cuyo reloj está adelantado, quemarán las primeras hileras de cohetillos. Más de algún desprevenido todaví­a querrá llegar a tiempo a su casa, importunando con su automóvil a quienes ya están quemando «ametralladoras» y volcancitos en las calles de Guatemala.

Luego, el abrazo, los mejores deseos, más de alguno perdonará viejos rencores, y con el tamal y el ponche de frutas vendrá la felicidad. Los niños estarán aún entusiasmados por sus juguetes, queriendo utilizarlos todos a la vez, y los padres se esforzarán para que su euforia se transforme en sueño.

En fin, estas fiestas han servido en Guatemala para que suceda lo mejor y lo peor de nosotros mismos; así­ que usted decide, cuál es la manera como desea que ocurra la Navidad. ¡Felices fiestas!, en nombre del personal de Diario La Hora.

Descansaremos

El personal de Diario La Hora descansará para esta Navidad, razón por la cual no circularemos mañana. Le deseamos una muy feliz fiesta en compañí­a de sus seres queridos. Nosotros regresaremos el miércoles 26 de diciembre para volver a contarles las noticias frescas que ocurren en Guatemala y el mundo, para que usted esté bien informado y pueda leer, además, los mejores análisis del contexto nacional e internacional.