Belén prepara sus celebraciones navideñas con esperanza y música


Un empleado barre la Capilla de la Natividad, previo a la llegada de miles de peregrinos.

Las melodí­as de las gaitas y el tronar de los tambores resonaban hoy en la ciudad de Belén, que preparaba la Nochebuena mientras numerosos fieles comenzaban a llegar al lugar donde nació Jesús para la celebración anual de Navidad.


Los palestinos esperan que el número de los turistas y los ingresos que obtendrán de estos festejos les permitirán tener la mejor Navidad desde que comenzó la segunda Intifada, en septiembre de 2000.

A pesar de un muro de 8 metros de hormigón que rodea a buena parte de la ciudad –el polémico muro erigido por Israel después de que comenzó el levantamiento palestino– Belén está preparada para recibir el doble de peregrinos y turistas este año.

«El año pasado hubo muchos problemas, problemas de seguridad. Si Dios lo quiere, este año será mejor, debido a Annapolis, debido a todo lo demás», declaró Adnan Sobh, un propietario de un comercio de recuerdos, bajo un cielo soleado.

Esta inusitada sensación de calma convenció a Jacques Keutgen, un belga que dirige el Hospital de la Sagrada Familia, de traer a toda su familia, integrada por 17 personas, para celebrar Navidad en esta ciudad de Cisjordania, al sur de Jerusalén.

«La situación de la seguridad es mucho mejor de lo que ha sido en varios años», afirmó Keutgen, que trabaja en Belén desde hace cuatro años y medio. Luego agregó que era importante apoyar a la economí­a palestina local.

Pero al igual que todas las personas que visitan Belén, sus familiares tuvieron que atravesar la controvertida valla de separación israelí­, un impresionante recordatorio de que a pesar del incremento del número de turistas, en esta ciudad la vida es dura para muchos palestinos.

«Ellos tienen que ver el muro para saber la forma en que el pueblo palestino está afectado por esta situación polí­tica», señaló Keutgen.

Este muro confiscó tierras agrí­colas, arrancó olivos, aisló a la ciudad de Jerusalén, empujó a la emigración y mantuvo el desempleo en más de 50%.

A pesar de que el año pasado Navidad tuvo lugar en un marco de mortí­feros enfrentamientos entre los grupos de palestinos y las incursiones militares israelí­es, este año los festejos del nacimiento del Cristo tienen lugar en un ambiente de prudente esperanza que acompaña a la reanudación de las conversaciones de paz en una conferencia que se realizó en noviembre pasado en Annapolis (Estados Unidos).

Varias bandas locales y boy scouts lanzaron los festejos marchando en la Plaza del Pesebre, en el centro de la ciudad. Las celebraciones culminarán con una misa de medianoche.

Numerosos oficiales de policí­a palestinos fueron desplegados alrededor de la Plaza del Pesebre y cerraron las calles alrededor de la Iglesia de la Natividad, construida en el lugar del pesebre donde se cree que nació Jesús.

El turismo aumentó 60% este año, y se espera que entre 30 mil y 40 mil turistas –el doble que el año pasado– visiten la ciudad donde la Biblia afirma que Jesús nació en un establo después de que Marí­a y José no encontraron habitación en la posada.