El próximo año, iniciará actividades la Escuela Superior de Arte de la Universidad de San Carlos de Guatemala, en la sede del Paraninfo Universitario. Ofrecerá siete carreras, relacionadas con la danza, el teatro, la música y las artes plásticas. Como una forma de introducción, se entrevistó a la ingeniera Claudia Gil, quien funge como la directora de la escuela.
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¿Qué carreras se van a impartir?
La Escuela va a ofrecer siete carreras diferentes en cuatro ramas del arte. En el área de arte dramático, vamos a ofrecer Licenciatura en Actuación, y Licenciatura en Dirección Teatral. Sobre la rama de la danza, vamos a trabajar en la Danza Clásica y Coreografía, y lo que es Danza Contemporánea y Coreografía. En música sólo tenemos una Licenciatura para Música, pero está la flexibilidad de escoger los instrumentos para especializarse; y tenemos las carreras de artes visuales, las carreras de Licenciatura en Pintura, y en Escultura.
En otras facultades ya existen carreras sobre bellas artes, ¿en qué consiste la diferencia?
Son muy diferentes a las que ya existían (desde hace años existen en la Facultad de Humanidades), pero ellos están enfocados en formar profesores, es una orientación didáctica y no de artistas, que es la orientación de nuestra Escuela. Humanidades abre sus puertas a los amantes del arte, y pueden adquirir una bonita cultura sobre las diferentes corrientes y expresiones estéticas, pero no significa que usted vaya a salir de ahí sabiendo tocar piano, ni que vaya a poder ser un pintor, ni que vaya a presentarse en una danza. í‰sa es la diferencia
Para los amantes del arte esta esa área, pero para los que sí se dedican al arte en su quehacer diario y quieren aumentar su nivel de profesionalización, está la Escuela.
¿Las carreras están enfocadas a formar artistas o a pulirlos?
Yo creo que es pulir el talento que ya se trae; realmente, estamos con la idea de que los exámenes de admisión sean pruebas de talento, de habilidades y destrezas. Como sabemos, la danza se empieza a los seis años de edad, a practicar; vemos a los niños muy pequeños que están en escuelas de pintura, o a nivel escolar.
Muchos de ellos toman el arte nada más como un extra…, como un pasatiempos; si les da tiempo, van a la clase de arte, porque de lo contrario son absorbidos por el sistema, que tienen que estudiar en el colegio o a otras actividades. Pero un buen grupo se ha ido a las escuelas nacionales de arte (Artes Plásticas, Arte Dramático, Danza o al Conservatorio), pero llegan a los 18 o 20 años, y no hay más para ellos.
Entonces, para quienes no logran ubicarse dentro de una agrupación formal (como el Ballet Guatemala o el Ballet del Inguat), generalmente terminan en carreras como Psicología o Ciencias de Comunicación. Andan en la universidad estudiando cosas que no tienen ninguna relación. Eso nos explica por qué hay médicos bailarines, pintores ingenieros; tenemos una amplia gama de profesionales universitarios, que escogieron otra carrera porque no había opciones, pero que en su corazón siguen siendo artistas y en su tiempo libre han continuado con ese ejercicio.
Nuestra idea es que esos jovencitos talentosos sí puedan especializarse como profesionales universitarios dentro de su arte.
Entonces, ¿estas carreras están enfocadas a personas que ya saben algo?
Que tienen talento. Porque estamos hablando de las pruebas específicas. Para alguien que quiera estudiar pintura, vamos a tener talleres de una semana para que prueben con las diferentes técnicas, para ver si tienen la mano y la creatividad para que continúen con una carrera. No queremos engañar, porque hay a quienes no «se nos da el talento»; no todos lo tenemos o se nos pasó el momento en que debimos haber ejercitado de alguna manera para mantenerlo. No podemos pensar en alguien que «siempre soñó» con estudiar danza clásica, pero que a estas alturas ya perdió la flexibilidad de su cuerpo, y que ya no va a hacer nada dentro de la carrera. Pretendemos detectar talento. Obviamente va a ser más sencillo para quien se ha mantenido dentro del ejercicio, pero si tiene talento, vale la pena que esté con nosotros.
Al salir como licenciados de estas carreras, ¿qué ofertas laborales se pueden encontrar?
… Buena pregunta. Como todo profesional universitario, están habilitados para la docencia, para la investigación, como profesionales dentro de su arte para explotar realmente ese talento; dentro de los componentes formativos dentro de las carreras hay gestión cultural, elaboración de proyectos, varios componentes que le ayuden a ellos se organicen y sean al mismo tiempo productores y administradores de sus carreras. Sabemos que ya hay varias carreras que son free lance, como les llaman hoy en día. Digamos, los diseñadores gráficos acostumbran muchos a trabajar en su casa. A los artistas les va a pasar lo mismo, con una visión más universal con la posibilidad de no estar esperando de que alguien venga para que se aproveche de su talento, sino con la capacidad de gestionar su propia carrera.
Entonces, ¿se les enseñaría cómo gestionar sus propios proyectos?
Sí, porque, digamos, la pintura mural como ejemplo. Un muralista necesita un gran edificio para trabajar, y él puede tener un maravilloso talento, pero si no sabe cómo presentar ese proyecto para obtener el financiamiento, la cooperación para ejecutarlo, vemos que todos lo que son grandes monumentos, son generalmente municipales.
Entonces, que el artista se involucre más en ese proceso de crear sus propios proyectos para hacer realidad sus sueños.
En Guatemala, los artistas casi nunca piden espacios, y no saben cómo pedir esos proyectos ¿verdad?
No, simplemente al artista lo llaman y le dicen qué es lo que se quiere que haga. Mucha de la creatividad de los artistas es recortada en ese proceso.
Con estas carreras, hay un cambio de concepción en la manera de ver al artista, que se le ve como el bohemio, un inadaptado al mercado laboral, o simplemente ajeno a la sociedad. También se dice que es artista por hobbie…
Muchas de las anécdotas que nos manifestaron los artistas es que en algunas oportunidades cuando decían «yo soy músico», pero le decían: «pero, ¿a qué se dedica?», era la pregunta que le agregaban, porque la gente no entiende que el proceso creativo no se da por espontaneidad; eso requiere largas horas de estudio, de práctica. Un músico que no toca al menos dos horas diarias, pierde la habilidad en sus manos o el oído musical en muchos aspectos. Un bailarín que deja de practicar, es como un deportista que deja de entrenar.
La gente ha menospreciado el arte. El artista, contaban, que muchos años atrás ni siquiera se le dejaba entrar a los espacios, sino por atrás del escenario, que se presentara y que se fuera, porque era menospreciado. Nosotros sí reconocemos que el ser artista es una labor muy ardua, de permanente aprendizaje que requiere estar aprendiendo nuevas técnicas, nuevas experiencias, enriquecimiento de muchas vivencias para poder mantenerse vigentes como artistas.
Nosotros no lo vemos de esa forma, sino que creemos que el artista es un profesional en toda la palabra. Probablemente se mantenga más actualizado que muchos otros profesionales.
Hay muchos artistas que se dicen serlo, pero sin estudios. Como estas carreras darán la exigencia, de aquí a diez o quince años, talvez será necesario el título…
Sí y no. Yo creo que el talento es muy difícil hacerlo; con ése se nace. Nosotros sólo estamos dando el complemento con técnicas, en cuanto a un conocimiento más abierto del mundo, pues nuestros pensas de estudios incluyen psicología, sociología, antropología, historia, que le va a permitir una cultura más basta, en cuanto al sentido científico, que le va a enriquecer los temas y los recursos que va poder expresar con su talento.
¿Ya tienen pensados a algunos profesores?
Ya tenemos un pequeño banco de maestros que han venido a presentar su currículum y que están con todo el deseo de ser parte de esta escuela.
¿Qué día y qué hora estarán disponibles estas carreras?
Por ahora, debido a que estamos compartiendo el espacio en el Paraninfo Universitario, vamos a arrancar de lunes a viernes, de ocho de la mañana a dos de la tarde. Por ahora, sólo tenemos jornada matutina; sabemos que la misma Escuela y los mismos estudiantes van a demandar que se amplíe otras jornadas de estudio. El artista, dependiendo de la disciplina que practica, tiene horarios muy especiales. La mayoría de músicos, los actores, tienen presentaciones durante la noche. En la mañana, les costaría un poco la recepción de clases. Sabemos que sólo es una primera etapa; poco a poco vamos a ir creciendo para darle la opción a todos.
Normalmente, las aperturas de las carreras responden a necesidades coyunturales de la sociedad. ¿Es una necesidad social de la sociedad la apertura de estas carreras?
Veamos los cambios en nuestra sociedad; nos estamos levantando de muchos años de guerra, donde se acallaron a sus intelectuales. Y una forma de acallarlos, fue acallar también al arte. El que pasara la censura. El que los artistas fueran perseguidos como a todos los intelectuales. El idioma artístico trasciende cualquier idioma. Nosotros somos multiculturales y plurilingí¼es, y cualquier pintura, se entiende en cualquier lenguaje; entonces, cuando alguien, con una conciencia social fuerte expresa en su arte el sentir por lo que está pasando se su sociedad, ya sea la violencia, la persecución, la discriminación…, hay que acallarlo.
Cuando se tiene un Estado que su objetivo es eliminar cualquier tipo de manifestación de libertad. Estamos ahora en otro escenario, a la paz, en un momento en que tenemos la libertad de expresarlo, y creo que eso puede explicar este boom dentro de lo que es el arte, porque ésta no es la primera escuela que se abre. Se está trabajando a nivel de niños, de jóvenes, enseñándonos a expresar nuestros sentimientos, no sólo por la palabra o por la prensa, porque con el nivel de analfabetismo de nuestro país, el mensaje no llega a la mayoría.
Yo creo que estamos en otro escenario; el mismo hecho de un mundo globalizado, no visto sólo económicamente, sino por la rapidez de los medios de comunicación con que nos permiten saber lo que está pasando del otro lado del mundo. Estamos recibiendo un bombardeo de lo que está pasando en otros países a nivel cultural.
Al mismo tiempo, estamos perdiendo nuestra identidad. Estamos apreciando más lo que está pasando artísticamente en España o Alemania, y no hemos visto hacia adentro todas las raíces culturales que tenemos. Creo que el hecho de sentarse a estudiar, a repensar lo nuestro, a desarrollar una identidad propia es un momento muy coyuntural, sí lo es. Va a responder a que dejemos de ver hacia afuera para ser mejores. Conozcámonos, reconozcamos las diferencias que nos hace muy ricos, como sociedad y como cultura, y que seamos nosotros los que lo llevemos al mundo.