La muerte de Gutenberg


LA LITERATURA POR INTERNET ESTí POR ARRINCONAR A LA LITERATURA IMPRESA

Mario Cordero
mcordero@lahora.com.gt

Incluso en estos tiempos, el libro sigue siendo un prestigio. El poder ser publicado por alguna editorial, es un logro sumamente difí­cil. O, siquiera, contribuir con un cuento o un poema en un libro de escritores inéditos, puede ser el mayor logro de un tí­mido escritor.

Todo esto deviene de una cultura literaria que se impuso desde que la imprenta de Gutenberg «democratizó» la publicación a gran escala.

Anterior a la imprenta, publicar un libro era imposible, ya que los costos eran altí­simos, aparte de que la producción no era a gran escala. Con el invento de Gutenberg, los libros proliferaron. Incluso, en estos dí­as, las ediciones de mil, dos mil o diez mil libros, pueden significar todo para un autor.

Sin embargo, como más de alguno sabrá, esta «democratización» de la publicación, no se dio del todo. A varios siglos de la imprenta, no todo ha sido lo mejor. En sus inicios, los libros encontraron un gran potencial con ello. En ese momento, debió haberse iniciado las primeras editoriales, las cuales poní­an todos los recursos para la publicación, a cambio de «calidad literaria» por parte de los autores.

Pero esta supuesta calidad literaria, a veces reñí­a con las ventas del mercado. Es decir, se publicaba y se vendí­an libros malos, y se dejaban de publicar libros buenos. Las editoriales y las imprentas deben, necesariamente, basarse en las ventas, más no en la calidad.

De ahí­, el viejo y conocido paradigma de la escritura «Yo escribo para que me lean», es una condición sumamente necesaria, ya que sin esto, no podrí­a ser publicado.

Los altos costos de los libros, el elitismo para la publicación, además de los desperdicios de recursos, como publicar una novela mala o un pésimo poemario, han provocado con el paso del tiempo una crisis en el libro, y, con ello, crisis también en la concepción de la literatura, la autorí­a y hasta en la forma de leer.

Revolución de la computadora

Así­ como el invento de Gutenberg logró un cambio en la actualidad, otro tipo de tecnologí­a está cambiando la forma de concebir los fenómenos literarios; esa tecnologí­a se reduce a dos palabras: computación e Internet.

Decí­a Karl Marx que los cambios en la cultura material (tecnologí­a, herramientas, utensilios, etc.) son más rápidos que los cambios en la mentalidad de los pueblos. Por ejemplo, es difí­cil para alguien que creció escribiendo con máquina de escribir, asimilar el uso de una computadora. Incluso, dirá frases como «Eso nunca voy a entenderlo; eso es para jóvenes».

Por eso, ha de ser difí­cil decir que las últimas innovaciones literarias, no se han dado a través de los libros impresos, sino en las nuevas tecnologí­as. Talvez se desconozca, pero desde hace varios años, la literatura parece haberse reconciliado con la tecnologí­a, para tomar nuevos brí­os y modificar su concepción.

El uso de la computadora y de la Internet ha permitido que se desarrollen nuevas técnicas literarias, sobre todo en las narraciones.

Empezando con el hecho de que una diagramación, en computadora, un simple texto llano, por ejemplo, un poema leí­do en una página de Internet, puede convertirse en una verdadera experiencia multisensorial. Aparte de leerlo, puede estar acompañado de una ilustración, o incluso un filme de diez segundos, y hasta con recursos sonoros como una música de fondo.

Los escritores de las generaciones más jóvenes, que han crecido con la revolución de las computadoras, han encontrado en la Internet el hábitat natural para publicar esto, aumentado por las dificultades para encontrar el espacio en las editoriales, dominadas por las élites de escritores de las generaciones más antiguas.

El espacio en Internet es, relativamente, más barato que una publicación impresa, ya que por pocos dólares, se obtiene un espacio en la Web durante uno o dos años, por ejemplo. Incluso, existen recursos que permiten a un usuario obtener espacio en Internet de forma gratuita; además, el espacio en la Internet es ilimitado.

Esta nueva tecnologí­a vendrí­a a renovar el objetivo que provocara la imprenta de Gutenberg, el cual era de «democratizar» la literatura. Sin embargo, el invento renacentista tení­a la complicación de que sus recursos son limitados y caros.

Balance

Entonces, la Internet ha sido la sede de miles de páginas, en donde autores desconocidos han tenido su oportunidad de publicar. Pero, no sólo queda en eso, sino que esta nueva ví­a de expresión ha permitido un cambio en la concepción de los fenómenos literarios, entre los cuales se resaltan los siguientes:

? publicar en Internet implica perder el control de su autorí­a, y se expone a que cualquiera, en cualquier parte del mundo, lo copie, y diga que él lo escribió; en consecuencia: adiós a los derechos de autor (lo cual es positivo);

? lo anterior, unido al hecho de la proliferación de textos, hace que los nombres de los autores prácticamente queden en el olvido; en consecuencia, como dirí­a Roland Barthes: «el autor ha muerto» (lo cual es positivo);

? se necesita de un cambio en las costumbres de lectura, especialmente en el hecho de que se necesitan pasar frente a un monitor para leer; o quienes rechacen leer así­, tener que imprimir decenas de hojas; esto implica un cambio en la concepción del lector (cuyas consecuencias: ojos rojos, problemas de la vista o desperdicio de papel, son negativas);

? debido a que la Internet es un recurso muy rico, si se sabe manejar la tecnologí­a, esto crearí­a nuevas «élites» literarias, de escritores que sí­ saben usar las nuevas herramientas, rechazando a los que no (lo cual es negativo, ya que no se logra la «democratización» de la escritura), y

? esta nueva tecnologí­a ha permitido el desarrollo de nuevas técnicas literarias.

Técnicas literarias

Tomando en cuenta esto, hay dos recursos que han sido utilizados para la literatura por Internet. Uno de ellos es la tecnologí­a de los «Blogs» (que podrí­a ser traducido como «bitácora»); esto se refiere a una página de Internet, en la cual una persona puede escribir un poema o un cuento, para que los lectores puedan comentarlo. Es decir, una creación literaria tiene rápidamente lectura y respuesta («escribo para que me lean»). Luego, otra persona puede escribir otro cuento o poema, para continuar con el proceso. Durante un dí­a, esta dinámica puede registrar miles de estos movimientos.

Sin embargo, esto implica otro cambio de concepción. Debido al «anonimato» (normalmente se presentan bajo nombres falsos) de los lectores, éstos suelen ser bastante crí­ticos (ojos que no ven…) ante una lectura, y si el texto no es lo suficientemente bueno, lo dirán sin temor. Es decir, cambia la concepción de una «crí­tica literaria», la cual tiende a ser más honesta, con el fin de mejorar la literatura (lo cual es positivo).

Un ejemplo de literatura en un «blog» fue el que en Internet se llamó «Weblog de una mujer gorda», y que luego fue publicada en su forma impresa, con el tí­tulo Más respeto, que soy tu madre, del argentino Hernan Casciari.

Hipertextos

Otro tipo de tecnologí­a que ha revolucionado el mundo de la literatura, es la tecnologí­a de los «links». Una página de Internet tiene ví­nculos hacia otras páginas, con sólo pulsar en ciertos puntos con el «mouse». Esto es lo que ha sido llamado como «link», un enlace con otras páginas. Es, pues, una página inicial, que genera otras páginas más, lo cual ha sido llamado «hipertexto».

Esta tecnologí­a ha sido utilizada en las narraciones, para que se pueda vincular con otras narraciones.

El ejemplo más famoso es la llamada Wikinovela, que tiene tres versiones: en inglés, en euskera y en español. Esta última consiste en un texto inicial, el cual fue escrito por el español Juan José Millás; pero luego, se puso a disposición de los lectores, quienes tienen acceso a modificar el texto, y crear historias enlazándolos a través de los «links». Un texto inicial conduce a otros textos, que pueden ser agregados por los usuarios.

Si a alguien no le parece el cambio que un usuario anterior ha hecho, puede modificarlo a su vez. Si quiere crear otra historia, puede hacerlo. Sin embargo, existe una serie de normativas, para que los cambios no sucedan en forma descontrolada.

La Wikinovela, que en su versión se llama Vidas prodigiosas (si es que alguien no lo ha cambiado aún), empezó siendo un texto de dos párrafos, y ahora es una novela de imposible lectura, escrita por un complejo autor colectivo y anónimo.

Conclusión

Los avances en la literatura, las nuevas formas de escritura, han sucedido en esta ví­a de la Internet. Los textos y las páginas literarias con esta herramienta han proliferado, más que los textos en forma impresa.

La literatura puede estar tendiendo hacia esa ví­a; sin embargo, el libro aún forma parte de la esencia de la literatura. Para los más románticos, aún pueden contentarse con el hecho de que un libro puede ser llevado a cualquier parte (a la playa o a la montaña), para acompañar a un sediento lector; además, no gasta electricidad, y no es tan caro como comprar una computadora, necesaria para leer literatura por Internet.

Pero, hay que tomar en cuenta que hasta en este fenómeno cultural hay «otra cara», una «contracultura» que está a algunos años de convertirse en la cultura hegemónica.