«Escribir es una faena en solitario, de mucha paciencia y disciplina»


El coronel de infanterí­a DEM Jorge Ortega Gaytán es un intelectual que como escritor y ensayista está cumpliendo una función muy importante y es el rescate de la Historia Militar. Pero también tiene ensayos y libros de narrativa como el de Margarita Angulo y otros casos.

Hugo Madrigal

Con varios tí­tulos académicos, imparte cátedra en dos importantes universidades del paí­s, y entre su labor literaria ha obtenido importantes premios como el del Certamen literario 1 de septiembre en los años 1991 y 1996. Entre sus publicaciones se encuentran: Los paracaidistas (1997), Los kaibiles (tercera edición 2006), Vida y milagros de Margarita Angulo y otros casos (2003) y varios ensayos muy importantes, entre los que se encuentran América Central, de la guerra a la integración; Polí­tica de Seguridad y Defensa Regional; ensayo en Military Review, Forth Leavenworth, Kansas, (2003).

Le realizamos una entrevista y esto fue lo que nos dijo:

¿Cuándo nace ese deseo de escribir la historia militar de Guatemala?

No recuerdo una fecha exacta, pero lo que sí­ le puedo asegurar es que fue en el inicio del otoño de mi niñez (hace mucho tiempo?) al tener la necesidad de recabar información de nuestro pasado y encontrar con asombro el tremendo vací­o existente de la temática militar en la literatura nacional.

En su libro Los marinos nos encontramos con una investigación histórica que va desde los Mayas hasta la época contemporánea sobre la navegación. He de decirle que veo un estudio profundo y que nos llevó a la meditación que este libro pudiera ser utilizado por alumnos de secundaria tanto civil como militar. ¿Qué piensa usted al respecto?

Serí­a espectacular que nuestra juventud tuviera acceso a este trabajo de investigación de nuestro pasado. Es una perspectiva diferente de hilvanar los eventos históricos nacionales. Para empezar, se diseña desde el mar, sin contaminación ideológica y construida con diversas voces que le dan la riqueza a la crónica documental y permite un acercamiento a la veracidad de los hechos e hitos que consolidan la bitácora naval nacional.

¿Cómo es el coronel Jorge Ortega Gaytán, el escritor?

Un aprendiz del oficio. Al embarcarme en la arquitectura de un documento le dedico el tiempo necesario para que cuaje; escribir es una faena en solitario, de mucha paciencia y disciplina. La pericia en el uso del valor de la palabra escrita es un compromiso permanente y de él nace la necesidad de su ejercicio diario. Por supuesto que me considero un lector consumado, talvez rayo en lo compulsivo, debido a que dedico de mi tiempo libre un buen porcentaje a leer y a estudiar el arte de la escritura, como una rutina diaria, y que va creciendo en exigencia como un gimnasta se ejercita para alcanzar una meta.

Muy interesante su libro Los kaibiles que va por la tercera edición. El lector se interesa por saber qué es un soldado kaibil y va agarrando la idea, al ir pasando página tras página. Platí­quenos cómo nace este libro

Cuando esbocé el proyecto de escribir la historia de mi Institución, me enfrenté al dilema ¿dónde empezar?, ¿qué referentes?, ¿qué época?, ¿qué protagonistas?, ¿cuáles eventos?, ¿de qué núcleo de anécdotas?; y tantas cosas más que se pueden constituir en base para el zarpe seguro de una historia. Luego de un análisis transversal de nuestro pasado, la decisión fue sencilla, partí­ de lo que conocí­a o creí­a conocer, me lancé en la primera travesí­a histórica y luego de cinco años accidentados de investigación logré Los paracaidistas, libro que me permitió oxigenarme y continuar con la siguiente unidad élite del Ejército de Guatemala, Los kaibiles, documento histórico de la formación de las fuerzas especiales. El éxito de este libro radica en que reúne una visión integral de los dogmas de la formación, mí­stica y doctrina de este tipo de unidad militar, Los mejores combatientes de América. Se dice tanto de estos soldados guatemaltecos sin fundamentos fidedignos, con una deformación tremenda de la realidad de su misión que, de paso, es la de preservar la paz y hoy estamos trabajando en nueve paí­ses de tres continentes. Aprovecho para contarle que está en preparación una edición en Braille de este libro, lo cual es un í­ndice del interés por el conocimiento de esta casta militar guatemalteca.

La falta de comunicación entre los guatemaltecos es muy común en todos los ámbitos, lo cual es bastante negativo. Ahora que usted escribe desde el lado militar está rescatando parte importante de la historia de Guatemala. ¿Qué nos puede decir de esta falta de comunicación?

Es un proceso que requiere de tiempo, como todo en la vida, lo que sí­ le puedo asegurar con toda solvencia es que la comunicación genera confianza y que ésta deriva en la seguridad de establecer canales de comunicación en doble ví­a, permanentes y sólidos. Es un esfuerzo y un cambio de actitud que tenemos que hacer en beneficio de la nación guatemalteca y de las próximas generaciones de chapines. Tenemos que buscar los espacios para comunicarnos, para conocernos y trabajar por nuestra amada Guatemala.

¿Actualmente está preparando algún nuevo libro?

Sí­, desde hace dos años estoy involucrado en la investigación del pasado de los Ingenieros militares, es un documento histórico que permite una retrospectiva de esta Arma y que he bautizado con el nombre de Los zapadores, que es una especialización dentro de las filas del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Guatemala y que son los responsables de la movilidad, contramovilidad y supervivencia de las tropas. Pero la importancia de este trabajo radica en dar a conocer y resaltar el trabajo de estos hombres y mujeres a lo largo de la vida nacional. Son una plataforma de desarrollo sin duda alguna, tanto en el pasado, como en el presente y el futuro.

Es una investigación que engloba desde antes de la conquista, con los responsables de construir las ciudades amuralladas de América precolombina, luego, los conventos cuarteles de la colonia, los castillos y fortalezas republicanas, las construcciones defensivas, los desafí­os de la viabilidad y supervivencia de nuestra Nación. Los gobiernos han descansado en estos elementos militares para realizar obras de beneficio nacional, con la garantí­a de rapidez, funcionalidad y durabilidad.

La Facultad de Ingenierí­a de la USAC nace en el corazón de la Escuela Politécnica y de hecho funcionó en su interior; hoy el premio a la excelencia académica en dicha casa universitaria lleva el nombre de uno de nuestros militares insignes, el teniente coronel de ingenieros Francisco Vela. Hay mucho que contar de ellos y es por eso mi compromiso de dar a conocer su esfuerzo, trabajo y la mí­stica de los soldados del sombrero negro.

Independiente de la investigación histórica, trabajo en la narrativa corta irónica; para este año está planificada la publicación de la segunda parte del libro Vida y milagros de Margarita Angulo.