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Nos dice que el teatro es su vida, ha trabajado como actriz, productora y hasta de recepcionista de boletos. Lo que más le gusta es trabajar en temporadas escolares y para niños.

¿Cómo se inicia en el teatro?

En 1987 en un taller de teatro en el Club Italiano, nace el Grupo Canbó, con el cual participamos en tres festivales de los barrios de la ciudad de Guatemala, los cuales se realizaban a nivel popular. Esto constituyó una valiosa experiencia de doble ví­a, tanto para las personas que actuábamos, como para el público, lamentablemente esta actividad tan enriquecedora, se ha perdido. No así­ las muestras departamentales de teatro, donde participamos dos veces, una en Rabinal, Baja Verapaz, y la otra en Coatepeque, Quetzaltenango. En estas muestras recibimos talleres de capacitación e interactuábamos con otros grupos de los departamentos participantes. De estas muestras han salido figuras prominentes del teatro guatemalteco, por lo que esto debe de motivarse y fortalecerse.

¿Quiénes son sus principales maestros?

He recibido una serie de talleres, sin ir muy lejos en este momento estoy participando en un taller en El Sitio, Antigua Guatemala, impartido por Vera Gregg. Pero he valorado mucho todos los trabajos teatrales en los que he participado porque he aprendido de mis compañeros y muy especialmente de los directores que han compartido conmigo su conocimiento, por ejemplo Xavier Pacheco, con quien más he trabajado, Ricardo Mendizábal, Julio Dí­az, Mayro de León, Guillermo Ramí­rez Valenzuela, Joam Solo, Ricardo Martí­nez, etc.

¿Cuál obra ha sido su mayor reto?

ALAIDE, escrita y dirigida por Mayro de León y presentada en noviembre/1999, los retos a vencer fueron varios. La realización se llevó a cabo en muy corto tiempo, por lo que los ensayos fueron a tiempo completo; la obra es muy cruda, por lo que emocionalmente fue difí­cil, acababa de perder a mi madre, encontré al hombre de mi vida, en fin, fue muy duro pero muy enriquecedor. Fue una etapa trascendental, hubo muchos cambios y muchas satisfacciones, gané por segunda vez el premio a la Excelencia Teatral con esta obra, que nunca me entregaron, pero es bueno saber que el esfuerzo valió la pena.

¿Qué obtuvo del teatro este 2006?

Muchas satisfacciones y mucho trabajo. En marzo presentamos «El Tigre», de Flavio Herrera, dirigida por Abigaí­l Ramí­rez; luego en junio «Edipo Rey», de Sófocles; en julio «Prohibido suicidarse en primavera», de Alejandro Casona; «El Hombre que calculaba» de Malba Tahan (Julio Cesar De Mello de Souza, Brasileño) adaptación de Omar Marroquí­n P., las tres fueron dirigidas por Xavier Pacheco. Trabajé en el programa piloto de la serie «Nunca te soñé» de Jorge Contreras, dirigida por Rodrigo Alvarado, el cual se está terminando de editar. En octubre y en noviembre estuve en temporada con el Grupo Diez Jr., de la obra «Las Aventuras de Don Quijote», adaptada y dirigida por Ricardo Martí­nez, es una obra musical, para niños, las presentaciones fueron en el teatro del IGA y terminaron el domingo 12.

Omar Marroquí­n Pacheco, quien es mi compañero y un pilar importante en mi trabajo, ya que me apoya en todo, adaptó el libro de «EL HOMBRE QUE CALCULABA», de MALBA TAHAN y fue la obra montada por DISTINTO, nuestra empresa, para la temporada escolar 2006. Lo más importante y satisfactorio fue que al producir y formar parte del elenco de esta obra, al mismo tiempo formamos parte del Proyecto Piloto TEATRO ESCOLAR PARA TODOS, que DISTINTO impulsa y pone en marcha conjuntamente con el MINISTERIO DE CULTURA Y DEPORTES y el CENTRO CULTURAL MIGUEL íNGEL ASTURIAS y a través del cual fue posible invitar a más de cinco mil estudiantes de escuelas e institutos de bajos recursos económicos; en un noventa por ciento, asistiendo por primera vez a presenciar una obra de teatro. Con este trabajo contribuimos a dejar una huella en el alma de estos niños, para quienes representó un regalo maravilloso que vivirá en sus mentes y corazones por siempre.

Quiero agradecer por este medio al elenco, al director Xavier Pacheco, al Ministerio de Cultura y Deportes, al Centro Cultural Miguel íngel Asturias, por caminar con nosotros, por la ocasión de compartir nuestro sueño, por hacer con su afecto, confianza y respeto, mucho más fácil el camino. ¡Muchas gracias!

¿Cuál es la importancia de ser actriz?

-Ser tantas mujeres en una sola, con tan diferentes personalidades, aceptar de frente el reto de encontrar y buscar cada personaje, tener la oportunidad de transmitir mis emociones.

-Contribuir de manera directa con la cultura guatemalteca a través del teatro.

-Sentirme responsable de la formación del futuro público teatral, por medio de mis caracterizaciones en el teatro para niños y para estudiantes.

-Corresponder a la confianza que el director ha depositado en mí­, para interpretar los personajes que me encomienda.

-Tratar de ser fiel a la creación dramática que el autor/dramaturgo quiere para sus personajes.

-Pero considero que el rol o deber más importante que una actriz tiene es para con su público, complacer el gusto o exigencia estética de su público, en cada una de sus caracterizaciones.