cesarguzman@yahoo.com
Cierto caballero andaba en busca de un abogado para que le llevara un caso. Anduvo preguntando por el mejor de todos, hasta que por fin un amigo le indicó a quien podía acudir.
Unos días después el caballero llegó a la casa del amigo y le dijo:
-El abogado que me recomendaste me ha defraudado.-
Muy apenado le preguntó:
– Pero amigo, ¿Por qué dices eso?-
-Pues me dijo que sí tomaba mi caso pero si yo dejaba que el fabricara sus propias pruebas y que si fuese necesario consiguiera un testigo falso. Y eso no es lo que yo ando buscando, sino la verdad de los acontecimientos.-
Es lamentable decirlo, pero era un hombre con la profesión honrosa, pero con un carácter sin integridad. Y es triste también ver que alguien pueda llegar tan bajo en lugar de cumplir con su obligación de perfeccionar y ennoblecer cada día su trabajo, cualquiera que sea.
De gran valor es la integridad en el
carácter, de lo contrario es un gran
peso para la sociedad