A cambio de lamentarme por las dificultades que tenga, este dí­a me esforzaré por cambiarlas en circunstancias favorables a mí­.

A cambio de levantar mi voz para criticar la situación en la que se encuentra el mundo, pondré mi cuota de trabajo para mejorar el bien común.

A cambio de perder el tiempo en quejas sobre la injusticia humana, lucharé esforzadamente por eliminarla de la existencia.

A cambio de derramar incontables lágrimas de amargura por algún fracaso, tomaré este como una lección en mi carrera hacia el éxito.

A cambio de condenar los defectos de mis semejantes, seré un testimonio vivo de virtud y de entusiasmo.

Y a cambio de sufrir, ¡hoy seré realmente feliz!