La vida sin amor


César Guzmán
cesarguzman@yahoo.com

Cuando hay carencia de amor, ese vací­o en el corazón obliga al espí­ritu a un suicidio lento y silencioso. Suicidios disfrazados de indiferencia en los que el alma muere un poco dí­a a dí­a.

¿Dónde crees tú que se origina los trastornos y enfermedades de los espí­ritus acongojados? ¿Dónde, sino en la tremenda soledad que convierte este valle de lágrimas en un valle de amargados? Espí­ritus reptando por el triste camino de la vida, que no tienen el consuelo de la mano insospechada que se tiende a su paso, sin una esperanza que les aguarde al final.

¿Sentiste de niño alguna vez el terror de perderte en una noche oscura y la paralizante sensación de algo te acechaba? es la horrible experiencia de vivir la vida sin amor.

Es la amarga desesperación de no sentirse amado, de tener que sufrir las amarguras, sólo de no tener en quién volcar tu corazón?.

¡El amor es el alimento del alma,

y su hambre es más grande que la

del cuerpo!