Las viejas leyendas de antaño. La Siguanaba, el Sombrerón, el Cadejo, todos espantos salidos del mismo averno para atormentar a los vecinos del Cerrito del Carmen. O sino, el miedo a Pie de Lana y su banda de ladrones que se metían a robar en las casas de los parroquianos.
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Ahora el bullicio del la ciudad, mezclado con la situación de inseguridad que se vive actualmente, el tráfico, los edificios, los teléfonos celulares, la internet, pareciera que las viejas creencias de antes, las historias pasadas de abuelos a padres a hijos se han ido perdiendo.
Pero en una pintoresca celebración realizada en el Cerrito del Carmen, el 16 de julio pasado, la Virgen del Carmen cumplió 150 años de ser venerada en la iglesia que lleva el mismo nombre. Con motivo de las celebraciones, una feria se instaló en las faldas del promontorio de tierra que forma el Cerrito.
En la procesión, realizada anualmente, los devotos de la Virgen la llevaron en hombros en su recorrido alrededor del Cerro, desde la cima donde se ubica la iglesia, pasando por las calles aledañas, acompañada de música de orquesta y de la banda del Colegio Santa Infancia.