La Escuela para Niños Ciegos Santa Lucía atiende en Guatemala a 30 niños y niñas hasta el cuarto grado de primaria, es, por ahora, la única escuela especializada para personas ciegas que funciona gracias al apoyo del Comité Pro Ciegos y Sordos de Guatemala y a la venta de la Lotería Santa Lucía.
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Esta institución es uno de los 37 proyectos que el Comité Pro Ciegos y Sordos implementa en el país y la única que trabaja directamente con personas no videntes, específicamente niños y niñas, quienes desde sus primeros meses de vida encuentran un lugar de estimulación temprana y de educación especializada.
De acuerdo con Thelma de Urízar, directora de la Escuela, el trabajo que se realiza en esta institución es integral, ya que además de proporcionar educación a los infantes, que va desde la que marca el pensum que dicta el Ministerio de Educación, hasta como desenvolverse en el hogar y otros ámbitos, también se trabaja cada 15 días un programa llamado «Escuela de Padres», que los orienta y capacita para sostener una relación óptima con sus hijos e hijas.
La Escuela Santa Lucía, que en algún momento fue también escuela-hogar, ya que hospedaba a niños y niñas que vivían lejos, trabaja y educa para que estos infantes puedan, al concluir sus estudios en el cuarto año de primaria, insertarse en escuelas regulares.
Pese a que estas escuelas denominadas «inclusivas» reciben a los y las niñas, y a que tanto maestros como alumnos reciben charlas con especialistas, para que las y los niños ciegos como los demás educandos puedan desenvolverse adecuadamente, no existe un programa especifico que permita que esto sea una realidad. Ernesto Cancinos, del Comité Pro Ciegos y Sordos, explica que a través de esta institución se brinda capacitación a los y las maestras de escuelas regulares, y que cuentan con un maestro itinerante que orienta al profesor de grado y da reforzamiento al propio alumno o alumna.
Sin embargo, pese a ese esfuerzo del Comité Pro Ciegos y Sordos de trabajar en la inclusión de personas con discapacidad en las escuelas regulares, hay mucho camino que recorrer aún, para que en realidad estos lugares sean apropiados para los niños y niñas.
Al respecto, María Elena de Verducido, coordinadora técnica de la Asociación de Capacitación y Asistencia Técnica en Educación y Discapacidad, Ascated, explica que los niños y niñas continúan trabajando en el sistema braille y se capacita en lo posible a los y las maestras para ello. Hay alrededor de 100 escuelas que han llevado a cabo este proceso de integración de niños ciegos.
Al consultarles a Verducido y Cancinos sobre el papel que juega el Ministerio de Educación, Mineduc, en este proceso explican que el año pasado el Mineduc trabajó una política de educación inclusiva, la cual norma la aceptación de niños con discapacidad en aulas regulares.
Herminia de Muralles, del Departamento de Calidad del Mineduc, comenta que en este momento se encuentra en discusión una propuesta de normas para la infraestructura educativa, en el cual se consideraron recomendaciones para el acceso a las personas con necesidades educativas especiales.
De acuerdo a los resultados del Diagnóstico de la Situación de la Educación Especial en Guatemala, de las 120 instituciones entrevistadas de los sectores público y privado, con relación a la infraestructura se encontró que el 89% de las instituciones posee diseños arquitectónicos inadecuados y sólo el 11% se ha preocupado por implementar estrategias para resolver la situación (ampliación de instalaciones, construcción de rampas, ampliación de planchas y gradas y solicitud de apoyo a instituciones como FIS, SBS para la eliminación de estas barreras), agrega.
Pero también comenta que dentro del Curriculum Nacional Base, para la Formación Inicial Docente (CNB-FID), establecido en el Acuerdo 004-2007, vigente a partir del ciclo escolar 2007 para las escuelas normales, que forman docentes de educación primaria, quedó dentro del área curricular de Psicología la subárea, «Atención a estudiantes con necesidades educativas especiales», la cual busca desarrollar la competencia de orientar a los futuros docentes en la prevención, detección y orientación de las diferentes necesidades educativas especiales. Pretende, además, que el estudiante identifique las características de los niños con necesidades educativas especiales, así como conocer las acciones de la educación especial, explica de Muralles.
Esta claro que, aunque existen intentos de ampliar la educación inclusiva en el país, aún falta mucho por hacer, y no sólo en el tema educativo. Es importante también que la Municipalidad Capitalina y el Gobierno central tomen cartas en el asunto para que la ciudad, centros comerciales, parques y servicios públicos sean aptos para personas con discapacidad, ya que tal y como lo dicta la Constitución Política de la República en el artículo 53, se declara de interés nacional su atención médico-social, así como la promoción de políticas y servicios que permitan su rehabilitación y su reincorporación integral a la sociedad.