El tema de la sexualidad y la reproducción siguen siendo un tema tabú dentro de la sociedad guatemalteca. Mientras tanto, la desinformación prevalece entre los jóvenes y las áreas rurales.
mcordero@lahora.com.gt
El año pasado se aprobó la Ley de Planificación Familiar, sin que se establezca un mecanismo detallado de cómo se aplicaría. Asimismo, una iniciativa de ley sobre salud sexual y reproductiva está engavetada en el Congreso de la República.
Mientras tanto, instituciones del Gobierno aseguran que sí tienen programas para afrontar estos temas, los actores que interactúan con las personas con relación a esto indican que tienen muchos problemas para impulsar las políticas.
Leyes engavetadas
El dos de septiembre del año 2005 el entonces presidente de la Comisión de Salud del Congreso y actual ministro del ramo, Víctor Manuel Gutiérrez Longo, envió a la secretaría legislativa la iniciativa de ley denominada «Acceso Universal y Equitativo de Servicios de Planificación Familiar» para su integración al Programa Nacional de Salud Sexual y Reproductiva.
En esa fecha ya contaba con el respectivo dictamen favorable de la comisión, que tiene como base lo expuesto en uno de sus párrafos, el cual establece que «Guatemala cuenta con un 30 por ciento de analfabetos, 75 por ciento de pobreza y las tasas más altas de fecundidad, y de mortalidad materna e infantil de América Latina».
La citada iniciativa agrega que un alto porcentaje de mujeres, especialmente del área rural del país, no cuenta con los suficientes conocimientos de los programas y métodos para controlar los embarazos no deseados, lo cual incrementa la pobreza en las comunidades, al tener más hijos de los que pueden mantener en condiciones adecuadas de nutrición y desarrollo.
También establece que la planificación familiar como componente de la salud reproductiva, le permite a la mujer postergar la edad para su primer embarazo, tener menos hijos y reducir el número de embarazos no deseados, así como los casos de mortalidad materno-infantil.
El anteproyecto también establece en sus considerandos, que debe de asegurarse la sostenibilidad del componente de planificación familiar dentro del programa de salud reproductiva, para garantizar el abastecimiento y disponibilidad de métodos de espaciamiento, de embarazos de alta calidad en todos los servicios públicos de salud.
Además, establece que es un derecho humano que la población esté debidamente informada, para que las personas puedan elegir libremente el número de hijos, espaciamiento de los embarazos, ventajas y desventajas así como el conocimiento pleno para la correcta utilización del método de planificación familiar elegido así como para la prevención y el control de infecciones de transmisión sexual.
Este anteproyecto también obliga a la creación de una comisión que asegure la provisión de métodos modernos de planificación familiar, la cual será conocida como CNAA y conformada por delegados del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, Ministerio de Finanzas, Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), Asociación Pro Bienestar de la Familia (Aprofam), Secretaría General de Planificación (Segeplan), Asociación Guatemalteca de Mujeres Médicas, Red de Mujeres por la Construcción de la Paz (Remupaz) e Instancia Salud de las Mujeres.
Pero no se sabe cuánto tiempo más deba esperar la población para que la misma sea puesta en vigencia, pues pese a estar finalizada, con los dictámenes técnicos y el respectivo aval de la comisión de Salud, se encuentra engavetada en el Congreso de la República a espera únicamente de ser aprobada en el pleno para ser enviada al Organismo Ejecutivo, que deberá de emitir la sanción y promulgación respectivas, para que cobre vigencia 60 días después de su publicación en el Diario Oficial.
Orientación según el grado
El ministerio de Educación refiere que con respecto a la orientación sobre educación sexual y reproductiva, los programas se imparten según el grado que cursen los estudiantes.
Erminia de Muralles, directora de Calidad y Desarrollo Educativo (Dicade), de la cartera de Educación, menciona que esos programas son implementados en los centros educativos del país.
Por citar un ejemplo, a los estudiantes de diversificado en el último año se les enseña la prevención de educación sexual así como las enfermedades de transmisión sexual.
«Estamos desarrollando programas con la Unesco y el Ministerio de Salud, para la distribución de materiales pertinentes a las características de los estudiantes», dijo De Muralles.
Explica que a los estudiantes de los primeros grados se les enseña a conocer su cuerpo.
Refiere que la entrada en vigencia de la Ley no provocó alteraciones en las funciones asignadas a esa cartera, ya que desde años atrás se aplica la enseñanza sobre estos temas, manifestó la titular de Dicade.
Esperan distribuir cuadernos de trabajo para estudiantes y docentes. El problema que tienen es que no poseen recursos para su reproducción.
Además, dice que trabajan en conjunto con el Ministerio de Salud para la aplicación de un plan de estrategia nacional, y que parte del mismo se enfoca en la educación sexual y la prevención de enfermedades de infecciones sexuales.
El programa incluye a las comunidades para que tengan información acerca de este tema, agregó.
Problemas en el Ministerio
La alta mortalidad materna es uno de los principales problemas que se enfrentan en salud reproductiva, la mayoría de la población no reconoce las implicaciones que puede presentar un embarazo, ni que las complicaciones pueden llevar a la madre a la muerte, indica el doctor Alejandro Silva, jefe de Salud Reproductiva del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS).
A este respecto se puede mencionar como una de las causas la poca accesibilidad que gran parte de la población tiene a los centros asistenciales, esto principalmente en los departamentos del país, en donde en ocasiones las barreras culturales pueden complicar aún más el panorama, refiere el galeno.
El Jefe de Salud Reproductiva asegura que el MSPAS en general padece un escaso presupuesto, lo que impide crear campañas masivas a este respecto, puesto que los espacios en los medios de comunicación son caros; es por ello que existe la necesidad de priorizar los gastos que en ocasiones no dejan espacio de inversión para la difusión de campañas.
Es por ello que las campañas que se hacen parten de una difusión localista, es decir, utilizando los centros de salud y hospitales, donde podemos desplegar carteles, o entregar trifoliares, no obstante se han buscado alianzas con otras instituciones con el objetivo de que la información llegue a más personas fomentando un estilo de vida saludable, explica Silva.
Existe una evidente necesidad de una planificación familiar más efectiva, especialmente en los jóvenes donde se presentan en embarazos de niñas arriba de 10 años, lo que pone al desnudo una desinformación de la juventud, concluye el personero del Ministerio de Salud.
Sin resultados
Las políticas para reducir o espaciar embarazos no dan resultado. La falta de capacitación del personal sanitario es el primer obstáculo para que los métodos anticonceptivos lleguen a la población. A esto se suma que el Seguro Social suspendió en 2003 su programa de planificación familiar y que ha sido a paso lento reactivado.
Sólo el 43 por ciento de las mujeres utiliza algún método para controlar la concepción, el índice más bajo de Centroamérica, y 28 por ciento ni siquiera tiene acceso a métodos anticonceptivos, de acuerdo con datos del Ministerio de Salud y del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social.
El país tiene uno de los índices de mortalidad materno-infantil más altos de la región. «Si no se toman medidas, Guatemala no podrá soportar la explosión demográfica», advierten profesionales de la medicina.
Cuestiones culturales o religiosas y la escasa implicación del hombre en la planificación familiar afectan el proceso.
El IGSS brinda programas de planificación familiar en los que se incluyen talleres de capacitación para mujeres, uso de preservativos y operaciones para infertilidad.
Según cálculos de la institución, por cada US$1 invertido en planificación, se ahorran US$6.27 en gastos de atención neonatal.
El Ministerio de Salud destina alrededor de Q6 millones 500 mil anuales a métodos anticonceptivos.
Experiencias de los actores
Muchas pueden ser las consecuencias para los adolescentes si no cuentan con la información necesaria sobre salud sexual y reproductiva. Embarazos prematuros, anticipación de las relaciones íntimas, abusos y violaciones son parte de las opciones.
Gloria Cospín, directora de la Asociación Guatemalteca de Educación Sexual (AGES), indicó que la educación sexual siempre se da, pero es negativa, cuando no se abordan los temas con sinceridad y les queda dudas a los jóvenes. «Los padres y maestros tienen mucho miedo a hablar de sexualidad», indicó la experta.
De acuerdo con Cospín, muchos adolescentes no encuentran el vínculo entre las relaciones sexuales y la fecundidad, lo que ocasiona embarazaos no deseados. «Luego las muchachas se enfrentan a muchos problemas, como la falta de dinero y complicaciones en el parto», aseguró.
Para los hombres también existen consecuencias. «En esta sociedad machista todavía existe el tabú que obliga a los hombres a tener su primera relación sexual con prostitutas», dijo Cospín. «Esto los pone en situación de riesgo ante enfermedades venéreas», afirmó.
La falta de información también provoca abusos y violaciones sexuales. Cospín señaló: «En casa le enseñan a los niños y niñas a respetar a los adultos y cuando los abusan, no pueden discernir qué cosa está mala y buena porque nadie les ha dicho nada».
La Asociación Pro Bienestar de la Familia Guatemalteca (Aprofam), a través del Departamento de Educación para Jóvenes, cuenta con varios programas dirigidos específicamente a la educación sexual y reproductiva de hombres y mujeres entre los 12 y 24 años.
Uno de estos es el de bebés electrónicos, en donde participan alrededor de 7,500 adolescentes durante el año.
De acuerdo con Dalila de la Cruz, coordinadora de este proyecto, el objetivo principal es que los jóvenes tengan una experiencia real de lo que implica ser mamá y papá. Los participantes reciben un muñeco electrónico con todas las características de un bebé con vida como, por ejemplo, el llanto por hambre, sed, frío, calor, cólicos o por simple berrinche.
«Contamos con 75 bebés y todos los programamos al azar. A unos les puede salir un bebé muy tranquilo, pero otros no podrán dormir durante dos noches», aseguró de la Cruz.
Sin embargo, muchos se han opuesto a este tipo de programas. «Dicen que los estamos incitando a ser papás o aterrorizarlos para que no quieran tener hijos», dijo la coordinadora. «Sin embargo, cuando regresan, todos coinciden en que es lindo tener hijos, pero que les falta preparación. Entonces, se interesan por conocer los métodos anticonceptivos», dijo.
* Con la colaboración de Amalia Hernández, Hugo Alvarado, Edgar Hernández, Elmer Telón, Jorge Senté y Ricardo Marroquín.
Casi un tercio de las mujeres no tiene acceso a métodos para controlar los embarazos. La falta de información del personal de los centros de Salud dificulta el proceso.
43% de las mujeres utiliza métodos anticonceptivos
28% no tiene acceso a programas de planificación familiar
4.4 hijos es la tasa global de fecundidad. En mujeres indígenas es de 6.1, y no indígenas, 3.7 hijos.
7 de cada 10 embarazos se presentan con intervalos menores a los 36 meses.