En los últimos años, pero especialmente en este, se han producido varios movimientos en la banca del país con tal de obtener un objetivo muy preciado. ¿Cuál será?
mcordero@lahora.com.gt
Durante este año, varios movimientos entre los bancos han delatado que algo se está moviendo. El cierre de operaciones de Bancafé es sólo el más evidente, seguido, talvez, por la campaña negra contra el Banco GyT Continental.
Estos dos únicamente serán la punta del iceberg, si se toma en cuenta también que este año hubo una fusión por absorción del Banco de Occidente por parte del Banco Industrial.
Y no sólo esta guerra se desarrolla en Guatemala, sino que se ha extendido a toda Centroamérica.
En uno de los ya muy famosos correos electrónicos que buscan realizar «campaña negra», se compara a la batalla entre dos de los mayores bancos del sistema con la guerra de Troya, que fuera contada por Homero en La Iliada.
Esto debido a que ese correo electrónico considera que existe una lucha entre dos bancos debido a una mujer, la que sería la Helena de Troya, o, mejor dicho, de Guatemala.
Sin embargo, el correo electrónico no menciona que la narración de Homero, es únicamente la versión literaria de una guerra que, muy probablemente, ocurrió, entre las naciones que se agrupaban bajo la cultura helénica y la ciudad de Ilión.
La razón es que Ilión, o Troya (que es lo mismo), estaba ubicada en el estrecho que comunicaba el mar Mediterráneo con el mar Negro. Actualmente, ese estrecho está en territorio de Turquía. Tener el control de ese estrecho significaba que, económicamente, se garantizaban el «libre comercio» marítimo por esa región.
Al igual que esa antigua Guerra de Troya, la actual guerra de los bancos, por muy romántico que lo quiera poner el correo, también tiene una intención económica.
La situación bancaria
A principios de año, el sistema bancario estaba compuesto por las siguientes instituciones: Crédito Hipotecario Nacional, Inmobiliario, GyT Continental, De los Trabajadores, Industrial, Banrural, Internacional, Bancafé, Del Quetzal, BANEX, Reformador, Uno, Corporativo, Americano, De Comercio, Vivibanco, De la República, SCI, Privado para el Desarrollo, De Antigua, De América Central, Cuscatlán, Agromercantil, De Crédito, De Occidente y Citibank.
Sin embargo, a este fin de año se sabe de varios movimientos que han configurado otro espectro bancario. Principalmente, el cambio más fuerte fue el de Bancafé, que, además, provocó que otros bancos adquirieran más activos.
Pero, los movimientos no vienen sólo de este año, vienen desde mucho más atrás (LEA: CAMBIOS EN EL SISTEMA BANCARIO)
En los balances generales de los principales bancos del 31 de octubre (momento en el que aún no se observaban cambios reales por el cierre de operaciones de Bancafé), el Banco Industrial lideraba los bancos del país con 22 mil millones de quetzales de activos; le seguía el Banco GyT Continental (17 mil millones de quetzales).
Abajo de ellos, seguía Banrural (15.7 mil millones de quetzales), Banco Agromercantil (9.9 mil millones de quetzales) y Banco Reformador (6.6 mil millones de quetzales). El resto de bancos se encontraban con cifras de 3 mil millones de quetzales o menos.
Con el cierre de operaciones de Bancafé (del cual aún hay distintas opiniones si fue legal o no, según las interpretaciones de la Ley de Bancos, de lo cual no es el objetivo el presente artículo), las 165 que tenía esta institución eran muy preciadas, ya que era el banco con mayor cobertura en materia de agencias bancarias en el país.
De hecho, según refieren algunas crónicas bancarias, Bancafé, antes de haber cerrado sus operaciones, era muy apetecido por bancos extranjeros, especialmente por Scotiabank, un banco de capital canadiense que, al parecer, estaba muy interesado en comprar Bancafé.
Para poder hacer frente a la demanda flotante que quedó con el cierre de este banco, se decidió convocar a las instituciones bancarias a hacerse cargo de los activos y pasivos de Bancafé. Acudieron los cinco mayores bancos del sistema (los ya mencionados), pero Banco Industrial (debido a la reciente adquisición de Banco de Occidente) y Banco GyT Continental (debido a su reciente proceso de expansión por Centroamérica) decidieron no participar, por lo que sólo quedaron los tres bancos que ya todos conocen (además de bancas internacionales que también se retiraron).
De las 156 agencias, el Banco Agromercantil captó 64 de ellas; el Banco Reformador, 56, y Banrural, 44. Sin duda alguna, Agromercantil fue el mayor ganador, ya que aumentó de 88 agencias que tenía en septiembre a 152 en noviembre (casi el mismo número de agencias que tenía Bancafé).
Todo el proceso, al parecer, fue legal y conforme a lo establecido en la Ley de Bancos. Sin embargo, no era la única opción.
Como ya se mencionó, antes del cierre de operaciones de Bancafé, varios bancos internacionales estaban interesados en comprarlo, no tanto por el caudal de activos (porque, como se sabe, sus números eran rojos), sino por la gran cantidad de agencias del país, especialmente en el interior de la república.
De hecho, anteriormente hubo otro banco que despertó el interés de banqueros internacionales, especialmente por su presencia en el altiplano: el Banco de Occidente.
La banca internacional, especialmente los grandes bancos mundiales (BBVA, HSBC, Citibank, etc.) habrían estado interesados en ingresar al país y a la región centroamericana, pero, ¿por qué?
Rechazo a extranjeros
El Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica, República Dominicana y Estados Unidos, despertó el interés en la región, ya que, para la implementación del TLC, se debían crear algunas condiciones óptimas que permitían flexibilidad en el sistema bancario.
De hecho, con la quiebra y fusiones por absorción de bancos, ocurridos durante el gobierno de Alfonso Portillo, la Ley de Bancos se hizo más flexible, y permitió mayores opciones para las adquisiciones bancarias.
De acuerdo con declaraciones de Diego Pulido, presidente del Banco Industrial, «el Banco de Occidente era una de las instituciones más atractivas para los bancos extranjeros y nosotros temíamos que un banco extranjero se lo apoderara».
Asimismo, Pulido había afirmado que «Bancafé es el único otro banco que tiene suficiente infraestructura para hacerlo atractivo a un banco extranjero».
Este temor de que entrara la banca extranjera, al parecer fue generalizado. Habría que recordar que a principio del año, Banco Azteca puso al descubierto su interés por ingresar a la región, lo cual provocó cierto rechazo.
Sin embargo, el banco mexicano demostró que sus acciones irían encaminadas a competir con bancos como el De Antigua o el Banco de los Trabajadores, debido a que buscaría proporcionar créditos pequeños, por lo que el clima se tranquilizó.
Flavio Montenegro, gerente general del banco GyT Continental, indicó que la inclusión de Banco Azteca «demuestra la solidez del sistema financiero nacional, así como la confianza de instituciones bancarias extranjeras en Guatemala».
Pero, de cualquier modo, se nota cierto rechazo al ingreso de la banca extranjera a Guatemala para competir con los bancos grandes.
Citigroup, la entidad bancaria más grande del mundo, que cuenta con capital neoyorquino, ha intentado tener más presencia en Centroamérica.
Luego del cierre de operaciones de Bancafé (que significó, no sólo el cierre per se y el crecimiento de los tres bancos, sino también la anulación de la opción de compra por parte de un banco extranjero, al igual que Banco de Occidente), Citigroup, grupo financiero que maneja Citibank, ha comprado a Banco Uno y Banco Cuscatlán, ambos con una gran presencia física en toda Centroamérica, logró incrementar su presencia en Centroamérica (en Guatemala, había una sucursal de Citibank, con un capital de mil millones de quetzales, al 31 de octubre, capital pequeño a comparación de los grandes bancos).
Remesas, la Helena de Troya
Además del TLC, existe una razón muy poderosa para que los bancos extranjeros se interesen en la región. Las remesas de emigrantes en Estados Unidos hacia Guatemala y Centroamérica sería el principal motivo para que bancos extranjeros intenten entrar a la región, y que los nacionales traten de impedir su entrada.
Para toda Centroamérica, se calcula que hay más de 5 millones de emigrantes en Estados Unidos. En materia de cantidad de remesas, las cifras cambian según la fuente (Banco de Guatemala, OIM, etc.), pero, más o menos se pueden establecer las siguientes.
Para este final de año, se espera que los emigrantes hayan enviado más de 10 mil millones de dólares en remesas (es mayor que el Presupuesto General de la Nación).
En Guatemala, se sabe que hay más de un millón de emigrantes, quienes pudieron haber enviado este año más o menos 3 mil millones de dólares, lo cual es equivalente al 10% del Producto Interno Bruto de la Nación. Estas remesas benefician directamente a 3.7 millones de personas, principalmente mujeres, y crean alrededor de 140 mil empleos.
En El Salvador, existen unos 2.4 millones de emigrantes, que envían más de 3 mil millones de dólares, que significa el 17% del PIB salvadoreño, y que beneficia a 1.3 millones de personas.
Honduras, un poco menor las cifras pero igualmente significativas, reciben 1.5 mil millones de dólares en remesas, lo cual significa el 26% del PIB.
Según estimaciones, el 65% de las remesas ingresan al país por vía electrónica, es decir, que se realiza a través de los bancos. En otras cifras, significa que en el 2006 entraron a través de esa vía al sistema bancario unos 6.5 mil millones de dólares.
De acuerdo con algunos cálculos, la mayoría de las remesas (70%) se utiliza para el consumo familiar diario (ropa y comida). Un 15% se gasta en educación, salud y otros gastos similares. Pero un 15% se queda en los bancos, por medio del ahorro y la inversión.
Es decir, mil 500 millones de dólares permanecen en el sistema bancario de Centroamérica.
Tomando en cuenta estas cifras, 450 millones de dólares (3.42 mil millones de quetzales, casi la cifra de los activos de un banco pequeño de Guatemala), se quedan en el sistema bancario guatemalteco, lo cual hace apetecible el dominio de los bancos y de las remesas.
1. Banco UNO adquiere activos y pasivos de Bank of America NT y SA, sucursal Guatemala.
2. Fusión de Bancafé con Multibanco (quedó como Bancafé)
3. Fusión del Banco Reformador con el Banco de la Construcción (ahora, Banco Reformador)
4. Fusión del Banco del Agro con el Banco Agrícola Mercantil (ahora Banco Agromercantil)
5. Fusión del GranaiyTownson con el Banco Continental (ahora Banco GyT Continental)
6. Cierre de los llamados «Bancos Gemelos» (BANCOMET y PROMOBANCO)
7. Fusión por absorción del Crédito Hipotecario Nacional del Banco del Ejército y de BANORO
8. Cesión de activos del Lloyds TSB Bank a favor del Banco Cuscatlán
9. Gestión de ingreso de Banco Azteca a Guatemala
10. Adquisición de Banco de Occidente por parte de Banco Industrial
11. Cierre de operaciones de Bancafé (activos y pasivos a favor de Banco Agromercantil, Banco Reformador y BANRURAL)
12. Adquisición de Banco Uno por parte de Citigroup
13. Adquisición de Banco Cuscatlán por parte de Citigroup.