Mientras el ingreso de mercaderías por las aduanas de los puertos de Escuintla, Izabal y San Marcos, produjeron hasta septiembre de 2006 cinco mil 992.80 millones de quetzales por concepto de impuestos, investigadores y entidades de comercio sostienen la hipótesis de que la evasión por ese concepto persiste en menor escala en otros sitios fronterizos.
El cambio de 193 empleados de aduanas en puertos del país representa el combate al contrabando y la evasión fiscal, sin embargo, esas acciones deben ampliarse a todo el país.
De esa cuenta, de enero a septiembre, la portuaria Quetzal, en Escuintla, reportó ingresos tributarios sobre comercio exterior por dos mil 874.18 millones de quetzales.
En el mismo período, en los muelles Santo Tomás de Castilla se captaron tributos por mil 443.89 millones, y en Puerto Barrios por 452.87 millones. Ambos en Izabal.
Tecún Umán, San Marcos, se reporta ingresos tributarios por 554.05 millones.
Estas cifras revelan la importancia por mantener el combate al crimen organizado en las aduanas tomando en cuenta que de enero a junio de 2006, la Empresa Portuaria Quetzal, movilizó 80 mil 812 contenedores, mientras que en el mismo período del año pasado registró un movimiento de 62 mil 846 unidades.
Por la aduana Santo Tomás de Castilla ingresan seis mil 407, contenedores mensuales, en Puerto Barrios mil 984 y por Tecún Umán, San Marcos, cuatro mil 159, informó la Superintendencia de Administración Tributaria, SAT.
Evasión millonaria por contrabando
Organizaciones y gremiales de comercio sostienen que el Estado deja de percibir más de cinco mil millones anuales por contrabando.
El contrabando se da en los pasos fronterizos de la Mesilla, El Carmen y Gracias a Dios, en Nentón, Huehuetenango; Melchor de Mencos, en Petén; Valle Nuevo, Ciudad Pedro de Alvarado y San Cristóbal, en Oriente; Agua Caliente, La Ermita y El Florido, en Chiquimula.
Por ejemplo, el pasado dos de septiembre del año en curso, integrantes del Concejo de la municipalidad de La Democracia, Huehuetenango, denunciaron la entrada ilegal de productos procedentes de México.
Los contrabandistas penetran por el lugar conocido como Guailá, por donde pasan camiones y picops cargados, principalmente con toneles que contienen carburantes, los cuales son comercializados en calles, viviendas, e incluso en algunos expendios formales. Durante las noches, más de 50 vehículos entran con combustible, cemento, maíz y artículos de consumo diario.
Con el cambio de agentes aduaneros en los principales sitios de desembarque del país se combate el ingreso del contrabando, sin embargo, la operación se debería extender a otros sitios, enfatizan los afectados.
Investigación de la DIPA
El pasado 28 de octubre agentes de la DIPA incautaron un furgón que transportaba tabaco y ropa de contrabando por valor de unos Q13 millones, en un predio en Puerto Quetzal. El contenedor, declarado como envío de tejido de poliéster, salió de Panamá con destino a Puerto Quetzal, Escuintla, y de allí, hacia una empresa de Textiles ubicada en Ciudad San Cristóbal, zona 8 de Mixco.
Autoridades panameñas alertaron a la PNC sobre el contrabando, e intervinieron, pero no se produjo ninguna captura. En su interior hallaron mil 222 cajas de 13 tipos de licores, 282 cajas de cigarros y ropa.
En base a esta investigación se comprobaron los nexos de empleados de aduanas al permitir el trasiego ilegal de mercaderías que evaden el pago de impuestos en ese puerto, agregaron los investigadores.
Agentes de la DIPA, incautaron durante los últimos cinco meses embarques de contrabando que superan los Q50.6 millones, los cuales salieron de Puerto Quetzal.
«En ese tiempo se incautaron cinco contenedores con mil 613 cajas de whisky de marca, mil 404 cajas de cigarros, cuatro mil 721 cajas de mercadería variada que ingresaron como contrabando, amparadas en pólizas que declaraban electrodomésticos o mercadería sin valor para esquivar el pago de impuestos», dijo el jefe de la DIPA.
En el mismo periodo, los agentes incautaron 116 kilos de cocaína valorados en Q11.6 millones, y se logró la captura de 15 personas vinculadas a los ilícitos, agregó.
Equipo sofisticado
La viceministra de Gobernación para el sector Justicia, Ilse ílvarez, informó que actualmente la PNC solicita al Congreso de la República los fondos necesarios para la adquisición de equipo de rayos X y detectores de armas y drogas.
«Esa tecnología permitirá detectar contrabando sin necesidad de abrir los contenedores», agregó. De esa cuenta se reforzará la lucha contra todo delito transnacional para evitar fraudes aduaneros, contrabando y tránsito de drogas y de ilegales, enfatizó.
Además, la SAT implantó medidas para el combate al contrabando y la evasión fiscal en los principales puertos del país.
La incorporación de tecnología permitirá el control de los furgones durante el desembarco mediante la colocación del denominado marchamo dinámico que enviará los reportes al sistema informático aduanero.
El envío del denominado «manifiesto de carga» con 24 horas de anticipación al arribo de los buques a los puertos, permitirá la cancelación del ingreso de furgones a la aduana y así evitar la salida de contenedores.
El cierre con precintos de las puertas del recinto portuario permitirá habilitar accesos bajo el control de la SAT.
El Control de furgones que contendrán código de barras mediante el sistema de correspondencia entre el código de marchamo y manifiesto de carga, es otra de las medidas para combatir el contrabando.
Modernización
Por Mario Cordero
El tema de los puertos se ha convertido en un eje fundamental para el futuro comercio internacional. Este aspecto no sólo es visto como un tema nacional, sino que debe observarse a nivel regional, especialmente en el área centroamericana.
Hace algunas semanas, la población de Panamá aprobó la ampliación del Canal interoceánico. Este hecho hará que el comercio internacional, por tierras centroamericanas, se incremente. Y, debido a que la mayor cantidad es por vía marítima, el tema portuario es fundamental.
La ampliación del Canal de Panamá permitirá el paso de los buques denominados Postpanamax, que, como su nombre lo sugiere, son los que tienen más capacidad que los calculados como el tamaño máximo que podrían pasar por la vía marítima interoceánica.
Estos buques permiten llevar una gran cantidad de toneladas en poco espacio. Estos nuevos buques harán que las empresas transportadoras marítimas busquen puertos más eficientes, con mayor capacidad de espacio y logren descargar en menor tiempo.
En Guatemala, son tres los puertos que están certificados con el código PBIP (Protección de Buques e Instalaciones Portuarias). í‰stos son Puerto Quetzal, en el Pacífico, Puerto Santo Tomás de Castilla y Puerto Barrios en el Atlántico.
De éstos, el que podría recibir la mayor carga en el futuro, una vez ampliado el canal, es el Puerto Quetzal, ya que la descarga portuaria está teniendo preferencia de hacerse en el Pacífico, ya que por ese litoral se tiene menor carga actualmente.
En Centroamérica, los mejores puertos son Puerto Cortés, en Honduras, y Puerto Limón, en Costa Rica, que están ubicados en el Atlántico. Le sigue Puerto Santo Tomás de Castilla, en Guatemala.
En el Pacífico, el mejor puerto es Quetzal, en Guatemala, y significa la primera opción para la descarga en ese litoral para toda Centroamérica.
A pesar de que en otros países están los mejores puertos, a nivel global Guatemala logra acaparar los mejores niveles en el ámbito portuario, ya que tiene tres de una aceptable calidad. Mientras que otros países, sólo tendrán uno.
Después de Guatemala, Costa Rica y Honduras le siguen, con un buen caudal de operaciones. Mientras tanto, El Salvador y Nicaragua se quedan muy por detrás.
Sin embargo, Puerto Quetzal, al menos, debe ser readecuado para modernizarse, y lograr atraer a los futuros Postpanamax, que necesitan espacio y rapidez. En Puerto Quetzal, ya se ha intentado desarrollar un proyecto para modernizarlo, pero ha habido problemas con el sindicato, ya que temen que se utilice el pasivo laboral.
Mientras tanto, El Salvador está construyendo un nuevo puerto, llamado La Unión, que podría quitar la hegemonía de Guatemala en el Pacífico, y atraer a más buques, una vez ampliado el Canal de Panamá.