El futuro Gabinete


Es la responsabilidad y el derecho del binomio electo determinar a quiénes les confiarán la responsabilidad de integrar el Gabinete de gobierno.

Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com

Como es comprensible, existe la ansiedad por parte de la ciudadaní­a de conocer quiénes son las personas que el binomio presidencial determina les acompañen en la persecución del bien común, en la implementación del plan de gobierno que presentaran durante su campaña electoral.

El hecho que la segunda vuelta haya permitido por primera vez en la historia democrática reciente de nuestro gobierno un lapso de tiempo de dos meses y medio no es motivo para que el binomio presidencial seleccione y anuncie de inmediato quiénes son los ciudadanos que recibirán la responsabilidad de ser ministros, secretarios o directores de fondos sociales.

Sin embargo, una cosa es meditar y evaluar y otra cosa es permitir que este valioso tiempo previo a asumir el gobierno transcurra sin que el presidente y vicepresidente electos decidan quiénes asumen y aceptan las responsabilidades mencionadas.

Por primera vez no puede aceptarse la excusa que no hubo tiempo suficiente para que los funcionarios salientes se reúnan con los funcionarios entrantes y les informen de cuál es la situación y la problemática de cada una de las dependencias.

Desperdiciar esa posibilidad puede significar desaprovechar obtener la información, escuchar los criterios de los salientes y peor aún, no poder inquirir con precisión y detalle sobre los aciertos y desaciertos, sobre las acciones y programas a continuar como polí­tica de Estado.

Todos los gobiernos anteriores no tuvieron la oportunidad de esa transición con el tiempo suficiente para que tanto ministros, secretarios, viceministros y subsecretarios empalmaran los unos salientes con los otros entrantes.

En todo gobierno el ideal es que exista esa oportunidad de conocer los errores, aciertos y desaciertos del saliente, de conocer el criterio y la opinión que del personal y de los recursos tiene quien ha fungido al frente de una dependencia. Esto le permitirá al funcionario entrante conocer el pasado, conocer el presente aunque no debe de obligarle de lo que debe ser el futuro porque la responsabilidad de un nuevo gobierno es y debe ser totalmente propia.

Por ello, es que en beneficio del pueblo y del mismo binomio electo no debe demorarse más la decisión que de todas formas tienen que tomar. Elegir no es simple, no es fácil, pero tampoco es delegable. Buscar el mejor recurso humano es una aspiración natural de quienes asumen el mando, pero también es una obligación decidir y entre menos transijan con los grupos de poder, con los cí­rculos que naturalmente se producen dentro y fuera del partido es importante porque el éxito y el fracaso no lo compartirá nadie con el presidente y vicepresidente, nunca los grupos de poder reconocerán que fueron ellos los responsables de una sugerencia o de una propuesta, desde este momento el presidente y vicepresidente están solos y son ellos en su criterio y su conciencia quienes deben de asumir la responsabilidad que buscaron y que el pueblo en su mayorí­a les otorgó.

Esperemos, por el bien de Guatemala y por el éxito del nuevo gobierno, pronto conocer el nuevo Gabinete. «El tiempo perdido los santos lo lloran».