La ruta de la muerte


Cuanta verdad encierra el aforismo jurí­dico de que la libertad de una persona termina donde empieza la libertad y el derecho de otra. Por supuesto que aquí­ en Guatemala, tal aforismo vale madre, como dicen los mexicanos.

Héctor Luna Troccoli

Cada quien hace lo que se le antoja y cuando se le antoja irrespetando el derecho de los otros, pisoteándolo y violentándolo. Esta situación se da aún más patéticamente visible cuando se tiene el poder que da el dinero o el ejercer cargos públicos de cierto nivel o ambas cosas a la vez.

Viene lo anterior a colación porque un sector de la zona 16, particularmente el Boulevard del Austriaco, la colonia Kanajuyú 11, y parte de la zona 15 se han convertido en verdaderas rutas de la muerte por la cual transitan diariamente no menos de 500 camiones cargados de tierra, o materiales de construcción para megaobras que algunos están construyendo por allí­, entre ellas la famosa ciudad de ilustrí­simas familias de nuestra sociedad en donde venderán casas por la irrisoria suma de 500 mil dólares las más modestas, así­ como cinco condominios que se construyen en la parte alta de Kanajuyú con casas de apenas 300 mil dólares.

Si. Comprendo lo que están pensando en este gobierno central y municipal de empresarios: que hay inversión en el paí­s, que hay más fuentes de trabajo, que el respeto a la libre empresa etcétera, etcétera. Digamos que estoy de acuerdo con ello, con lo que no estoy de acuerdo es que nos atropellen a quienes obligadamente vivimos y transitamos por allí­.

Antes de que se iniciaran las obras me asombró a ver a gente de Emetra en motos y vehí­culos que «patrullaban» ese sector. Ahora han desaparecido y es más, los del chalequito verde de tu muni, ayudan a pintar, chapear e incluso a cerrar la mitad de la ví­a en el boulevard del Austriaco, precisamente uno de los puntos es donde se encuentra con el boulevard Landí­var. Un trailer enorme y dos camiones han volcado por la sobrecarga que llevan, como les pagan por «viaje», cuando dejan su carga bajan a velocidades de 80 o más kilómetros por hora y por el contrario, si van hasta el tope se forman filas de vehí­culos detrás de estos armatostes.

Pero no es todo, a la entrada de Kanajuyú, la «iniciativa privada,» ya puso una planta para abastecer sus camiones de mixto listo y para los llamados ecologistas, les cuento que decenas de pinos de 40, 50 y más metros de altura han sido talados al compás de sierras y hachas, con lo cual pasará lo que en El Naranjo: otro de los últimos pulmones que se va de la ciudad con destino al cementerio.

Si claro, ustedes ya saben que estos negocios inmobiliarios para gente pobre está el mismo del Naranjo, y ahora de los famosos «muppies», esas elegantes minivallas que han surgido como hongos por toda la ciudad. ¿Cómo la ven disdiay? Nota: pueden visitarme en mi blog en Internet a esta dirección: wwwtroccolli.blogspot.com, allí­ habrán otros artí­culos de interés, fuera de mi columna en La Hora.