¿Para qué es la educación?


Hay funcionarios públicos, columnistas en medios escritos y analistas de estudios educativos que han presentado diferentes ideas y criterios de qué hay quehacer en el proceso y sobre el estado del sistema educativo; algunos son parches, repeticiones del siglo anterior, copia de otras culturas o simplemente el mantenimiento de un status quo de «Don’t rock de boat» (No menees el bote).

Raymond J. Wennier

Me preocupa el que las personas en posición de decidir sobre la educación en Guatemala, entienden o no el significado del concepto educación para una sociedad como la de este paí­s, en el Siglo XXI que recién inicia sus vivencias de siete de los cien años que tomará, con nuevos descubrimientos cientí­ficos sucediéndose cada pocos meses, con una tecnologí­a cambiando año con año, con la globalización de las comunicaciones y de la economí­a, con la cooperación de las naciones en alcanzar la meta de la conquista de nuevas galaxias pero que mantiene alto í­ndice de analfabetismo, desnutrición, alto porcentaje de deserción y repitencia escolar y me pregunta ¿Para qué es la educación?

Cada era de la historia tuvo una manera de «educar» a sus habitantes y en algunos casos lo limitaban a ciertos grupos con «posibilidades afortunadas». De todos modos, hemos aprendido de esa historia que la educación inicial y desde a partir de ella, tiene una razón de ser; es para transmitir los valores, principios, cultura y conocimientos de un pueblo, a sus niños y jóvenes que tendrán a su cargo, en futuro, el relevo de «senior citizens» y cuiden ese valioso bagaje de «razón de ser» para que haya continuidad en una sociedad.

Sin embargo, a partir de la década de los años sesenta del siglo pasado, ha habido un cambio tremendo en la estabilidad de las cosas básicas en una sociedad. No hablemos de la época agrí­cola, ni de la industrial e informática si no de la época post informática, la globalización, ser miembro de una sociedad sumamente compleja, de cambio de valores y principios, de tener que ver globalmente pero a la vez actuar localmente y entonces continúo preguntándome: ¿para qué es la educación? Propongo que pensemos en la persona en sí­, de los cero a 18 años de edad? Para mí­ hay tres palabras ilustrativas: INTEGRAL, FORMATIVA y de ARRAIGO.

INTEGRAL: El ser humano se compone de más elementos que los que normalmente se toman en cuenta en el proceso educativo. Describo este punto con las tres C’s, cabeza, corazón, y cuerpo.

FORMATIVA: Los primeros años de la vida del ser humano deben estar dedicados a la FORMACIí“N de ese ser. Lo describo de esta forma: Formación académica, formación práctica y formación personal.

ARRAIGO: Para lograr patrones de actuación en relación a los otros dos puntos, hay que crear plataformas base, arraigadas, sobre las que se pueda continuar construyendo. Ese crecimiento personal e individual requiere de tiempo; por eso hablamos de años básicos de educación.

La ciencia nos enseña que las emociones, las actitudes, los valores, los principios y la formación del ser humano, establecen su base en los primeros años de vida. Es un perí­odo de una educación general no de una especialización. Insisto, queremos niños y jóvenes balanceados no como en otros lugares donde el estrés de la competencia resulta en que un niño o joven mate a 7 o más de sus compañeros y luego se quita la vida.

Los años posteriores a este perí­odo inicial son para una especialización que los llevará al siguiente, que tiene como caracterí­sticas, puntos como: Asumir mayor responsabilidad, estudiar a nivel superior para el trabajo (entendiéndose superior en forma amplia), seleccionar su manera de crear un núcleo de comunidad (familia, soltero, otras).

Las caracterí­sticas anteriores podrán ser realizadas con mayor seguridad propia, mayor gusto y mayor autorización, es la base y las plataformas del perí­odo inicial que son sólidas y arraigadas.

¿PARA QUí‰ ES LA EDUCACIí“N ENTONCES?

FELIZ NAVIDAD PARA TODOS.