El Senado aprobó hoy un proyecto de ley de emergencia para impedir la primera moratoria de pagos del gobierno estadounidense en la historia cuando sólo le quedaban algunas horas para hacerlo.
La sesión se resolvió por 74 votos a favor y 26 en contra. Ahora la medida pasará al presidente Barack Obama para su firma.
Después de semanas en las que se libraron algunas de las batallas políticas más desagradables en la historia reciente de Estados Unidos, tanto el Senado como la Cámara de Representantes —que realizó su votación el lunes por la noche— adoptaron fácilmente el plan que eleva el actual tope de 14,3 billones en el endeudamiento del gobierno, el cual expira a la medianoche.
Junto con el aumento a dicho límite, los legisladores aprobaron más de dos billones en recortes al presupuesto durante la próxima década.
El gobierno había dicho que, sin el nuevo tope de endeudamiento, no podría pagar todas sus facturas, lo cual desataría una mora de pagos que afectaría gravemente a la economía del país y del mundo.
ACUERDO
Los republicanos y los demócratas del Congreso llegaron a un acuerdo con el presidente Barack Obama para aumentar el límite de endeudamiento de Estados Unidos y evitar el incumplimiento sin precedente de los pagos de su deuda, que hubiera marcado el inicio del último capítulo de uno de los más desagradables y divisivos episodios en la reciente historia política estadounidense.
El martes se cumple el plazo para evitar el incumplimiento de los pagos del gobierno estadounidense a los inversionistas en los bonos del Tesoro, a los beneficiarios de pagos del Seguro Social, las pensiones de los veteranos militares y a las empresas que hacen negocio con el gobierno.
Si el compromiso se aprueba en el Congreso, protegerá la invalorable tasa de crédito de Estados Unidos, dará seguridad a los inversionistas de los mercados financieros de todo el mundo y posiblemente revertirá las pérdidas registradas por Wall Street en días recientes conforme aumentaba la amenaza de impago de la deuda.
No se prevén votaciones en ninguna de las cámaras del Congreso hasta el lunes, mientras los legisladores revisan el paquete. Pero los líderes de ambas bancadas ya comenzaban a trabajar para asegurar suficientes votos.
Poco después que el líder de la mayoría del Senado, Harry Reid, y el líder minoritario republicano Mitchell McConnell, endorsaron el plan en el Senado, Obama se presentó en la sala de prensa de la Casa Blanca a fin de dar su respaldo al acuerdo. El acuerdo incluye una de sus principales exigencias, de que no se produzca un nuevo debate para ampliar el límite de la deuda hasta después de las elecciones del 2012. Tampoco incluye el aumento tributario que Obama había presionado tanto por incluir.
El presidente de la Cámara de Representantes John Boehner en una conferencia telefónica con sus correligionarios, dijo que el acuerdo «no es el mejor pacto del mundo, pero muestra lo mucho que hemos cambiado los términos del debate en esta ciudad».
Obama destacó ese punto. Dijo que, si se aprueba, el acuerdo reducirá el gasto del gobierno «a su nivel más bajo desde que Dwight Eisenhower era presidente» hace más de medio siglo.
El líder demócrata en el Senado Harry Reid fue el primero en anunciar el acuerdo.
«A veces parece que nuestros dos lados están en desacuerdo casi en todo», dijo. «Pero a fin de cuentas, personas razonables pudieron ponerse de acuerdo en esto: Estados Unidos no puede arriesgarse a suspender pagos de nuestra deuda, arriesgarse a un colapso financiero y a una depresión mundial».
En sus declaraciones, Obama dijo que no habrá recortes iniciales a programas de beneficios como Seguridad Social y Medicare, pero agregó que ambos podrían ponerse sobre el tapete conjuntamente con cambios a la ley fiscal como parte de futuros recortes.
Esa era una referencia a un comité especial conjunto de legisladores que se establecerá para recomendar una segunda ronda de reducciones del déficit, que será votada por el Congreso antes de fin de año como parte de un acuerdo para elevar el límite de la deuda una vez más. Se espera que esa medida sea necesaria a principios del próximo año.
Dependiendo de la aprobación final, el acuerdo marca un alcance dramático a través de las líneas de los partidos, que se desgastaron durante más de seis meses y varias rondas de negociación, intercaladas con períodos de intenso sectarismo.
Un punto final de preocupación eran los posibles recortes en el presupuesto de defensa de la nación en los próximos dos años. Los republicanos querían menos. Los demócratas presionaron por más en un intento por proteger las cuentas nacionales de mayores reducciones.
El acuerdo al parecer incluye detalles que establecen que el límite de la deuda federal se elevaría en dos etapas en por lo menos 2,2 billones de dólares, lo suficiente para llevar el erario hasta después de las elecciones de 2012.
Harry Reid
Líder demócrata en el Senado