El exilio representó para Neto Capuano una forma de enfrentar su vida política. Sin ceder espacios a sus posiciones ideológicas, formó parte de la directiva de la Unión Patriótica Guatemalteca (UPG), junto a Luis Cardoza y Aragón y Víctor Manuel Gutiérrez. Con ambos mantuvo una entrañable amistad. En el Boletín Interno (No. 2, agosto, México, 1957), identificaron a la UPG como «la agrupación unitaria de los guatemaltecos desterrados en México» y asumieron «promover por todos los medios y en todas las formas la solidaridad internacional con el pueblo de Guatemala y contra los actos de la tiranía lesivos a los intereses populares y nacionales, contra la persecución y el terror, por la libertad de los presos políticos y por el regreso de los desterrados?».
La UPG se integró en México con los partidos miembros de la FED y la Confederación General de Trabajadores de Guatemala. Posteriormente, el licenciado Capuano -así fue conocido por la «oleada» de exiliados que llegaron a México a partir de 1960-, se integró al Partido Guatemalteco del Trabajo (PGT). Capuano sería un marxista-leninista sin dogmatismos. Siempre planteó eliminar el criterio expuesto en el socialismo real de anular la libertad y cambiarla por el significado de imposición.
El pensamiento de Neto Capuano se expresa con claridad cuando se refiere a los diversos gobiernos en Guatemala señalando: «No han tomado las medidas necesarias para defender los intereses nacionales ni los intereses del pueblo frente a sus enemigos que quieren mantenerlo sumido en la pobreza y seguir la política de hacerlo más miserable cada día para dominarlo y explotarlo».
Lo relevante a destacar en Neto Capuano ha sido su acción diaria como un ser humano solidario. Un hombre con fe en su destino supo estar presente junto a mujeres y hombres exiliados de América Latina en México. Este aspecto sólo se puede comprender si se posee un pensamiento universal. Su esencia se encuentra en la ayuda jurídica proporcionada -sin cobrar- a quienes llegaron a tierra mexicana por motivos políticos y buscaban documentarse para poder trabajar. No fue una concepción idealista de la vida, por el contrario, significó para Neto Capuano ser consecuente con su pensamiento. Por esta razón, cuando en 1994 el Consejo Superior Universitario de la Usac le hizo un acto de reconocimiento, junto a otros colaboradores de 1944 dijo: «Queremos una sociedad en la que se reconozcan los valores nacionales de nuestro pueblo y las grandes tradiciones culturales prehispánicas, las luchas anticolonialistas, la defensa de nuestras libertades y nuestra soberanía».
¿Cuál fue la motivación inmersa en Neto Capuano para actuar en México como un hombre solidario? Después de dialogar ampliamente con él, puedo expresar una inicial repuesta sociopolítica al reconocerle su preocupación para resolver los graves problemas de su país como la pobreza y pobreza extrema, el desempleo, la marginación social, y falta de seguridad, para citar con brevedad. Capuano siempre ha pensado en la posibilidad de lograrlo mediante la acción organizada de los sectores populares y otros cuya identificación sea con los intereses del pueblo guatemalteco; asimismo, mediante la unidad política, democracia, la seguridad, justicia social y la paz. Estos hechos explican su presencia como miembro de diversas organizaciones, entre ellas, el Consejo Mundial de la Paz. Y junto a esos principios, el respeto a los derechos humanos y la libertad.
Para Neto Capuano, en la actual etapa de paz en Guatemala, el Estado debe asumir su responsabilidad para no vulnerar ningún derecho cultural, económico, político o social y, de esa manera, evitar cualquier exceso de orden individual. La racionalidad para actuar ante la vida permitirá avanzar a la ciudadanía, según su visión del mundo. La paz y los derechos humanos son ejes básicos pues consolidan el proceso de civilización.
Neto Capuano ha sido un hombre solidario como parte del desarrollo de las relaciones humanas. Esto conduce a colocarlo como solidario consigo mismo y lo ubica en el contexto de la modernidad política porque se preocupó por los demás y colaboró en el desarrollo de todos. Para Capuano la solidaridad fue un compromiso porque es parte de la naturaleza del ser humano (Final).