La Unesco está preocupada por el deterioro de Antigua Guatemala, como ciudad patrimonio mundial, pero es triste advertir la debilidad de la autoridad y la caprichosa aplicación de la ley protectora, así como la inexplicable actitud indiferente de los ciudadanos antigí¼eños y la desmedida explotación comercial.
EN JUNIO DE 2001, se realizó la primera Misión de Seguimiento Reactivo, a cargo de la arquitecta Isabel Rigol, ocasión en la cual pudo detectarse una problemática enfatizada en aspectos tales como: falta de autoridad ocasionada por la débil y poca observancia de la Ley, insuficientes y desactualizadas regulaciones respecto al desarrollo y preservación de la ciudad e insuficientes fondos para realizar intervenciones en edificios y áreas públicas.
Asimismo, la experta de la Unesco determinó que existe en Antigua Guatemala excesiva explotación debido al turismo, fuerte especulación de los altos precios de la tierra y la vivienda, inexistencia de una política clara y un plan de desarrollo de la ciudad. Mi comentario: la excesiva explotación no se traduce en mejores ingresos para las arcas municipales, ya sea por pago de tasas o impuestos, el turismo tampoco le genera réditos al gobierno local que, en cambio, debe responder a una creciente demanda de servicios básicos como agua potable, recolección de basura, así como emplear valiosos recursos humanos para combatir ventas callejeras de típicos y aguantar el demoledor paso de vehículos de carga y pasajeros.
LA SEGUNDA MISIí“N de seguimiento se llevó a cabo del 9 al 13 de febrero de 2004, por la misma profesional, por disposición de la 27 Sesión del Comité de Patrimonio Mundial, realizada en París del 30 de junio al 5 de julio de 2003.
El informe de esta misión señala: pese a que parte de la problemática detectada en el año 2001, aún persiste, ya se han conseguido logros, entre éstos: mayor sensibilidad de los altos niveles políticos de gobierno (organismos Ejecutivo y Legislativo) respecto a la importancia de Antigua Guatemala como Patrimonio de la Humanidad. Creación de una instancia de coordinación interinstitucional entre el Ministerio de Cultura y Deportes, el Consejo Nacional para la Protección de la Antigua Guatemala, para la elaboración de planes, programas y proyectos conjuntos. También menciona entre los avances, la creación de la fiscalía especial de delitos contra el patrimonio cultural. Mi comentario: si fuera cierta esa sensibilidad de los actores políticos, que menciona la arquitecta Rigol ya tendríamos una actualizada ley protectora, que después de 38 años de vigencia no ha sufrido una sola modificación. Se necesita fortalecer la autoridad, incrementar considerablemente las multas contra los infractores y tipificar delitos contra el patrimonio con penas severas, en el Código Penal.