El color del cristal II Parte


Desgraciadamente, la falta de espacio nos traiciona y hoy ya el Washington Post ha publicado el que esas instituciones financiaron el «NO». Algunas de ellas creadas al amparo de la Orden Presidencial 12333 por medio de la cual el «largo» de papá Bush, logró que 1.- Todas las operaciones de inteligencia extranjera estuvieran a cargo del Consejo de Seguridad Nacional. 2.- Permitiera que otras agencias fuera de la CIA pudieran dirigir «actividades especiales» (encubiertas) y 3.- Permitiera el uso de «activos» privados para financiar operaciones de inteligencia, funcionaran en Venezuela para financiar a los grupos de estudiantes, sindicatos, partidos polí­ticos, asociaciones y grupos «civiles» que se oponen al presidente Chávez.

Carlos E. Wer

Claro, como la ingrata experiencia que nosotros tuviéramos en 1954 con la traición del arzobispo Rossell Arellano, la Iglesia Católica, reaccionarí­a en su mayorí­a en Venezuela, se pone de parte de los proyectos estadounidenses que tratan de todas formas de impedir que los programas populares que son base para la construcción del Socialismo del Siglo XXI puedan tener éxito.

Hoy no fue Eva Goldiger quien destapara la olla, ahora le tocó el turno a Jeremy Bigwood, investigador del Archivo de Seguridad Nacional de la Universidad George Washington, que prueban que la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional (USAID, según sus siglas en inglés), ha financiado a grupos estudiantiles universitarios con una buena cantidad de dólares. La NED (la ya negra y famosa NED), se encarga de otros sectores para derramarles la receta dolarizada, la que multiplicada por el cambio arroja cantidades millonarias. Sabiendo perfectamente bien, que la Administración Bush no ha descansado un instante en su intento de derrocar al comandante Chávez, tanto los servicios de seguridad e inteligencia bolivarianos, como los cubanos con una larga experiencia en el «desarmado» de los intentos por asesinar a Fidel por parte de la CIA y compañí­a, han mantenido la suficiente información como para no permitir respiro y alertar a los venezolanos de sus argucias.

En Nicaragua, lo que difí­cilmente hubiera podido pasar sin un alto costo en la república bolivariana, la amenaza de la invasión pendí­a sobre ella si hubiera ganado Daniel Ortega. Los cañones mediáticos del imperio habí­an sido aceitados para propalar al mundo «el peligro» que representaba ese paí­s, en donde, atropellando la democracia, se imponí­a el fraudulentamente el sandinismo. Aquí­, la intención era no permitirles el que utilizaran la consulta y el triunfo del Sí­ como pretexto para arreciar la oposición a la revolución bolivariana.

Con esa parte de la conspiración develada por el Washington Post, nos queda aún la «otra parte» del rompecabezas para poder analizar. Primero, el que por experiencia, y estoy seguro que detrás de todo ello está la enorme experiencia de Fidel, se tratara de evitar el que el aparato mediático del imperio, hiciera circular por todo el mundo el «fraude» del dictador que imponí­a su voluntad para «comunizar» a Venezuela. El fantasma resucitado del «comunismo» volvió a ser un argumento en la campaña en contra del Sí­, apoyada por la Iglesia. Los guatemaltecos tenemos suficiente conocimiento ahora de la mecánica que utilizan (aunque la nieguen por 25 años), debido a la ingrata experiencia vivida en 1954.

Creo que, la abstención observada, fue una abstención dirigida y disciplinada. No podí­a dársele al genocida presidente estadounidense, que no ve lo duro sino lo tupido, la excusa que esperaba, de que el Sí­, «fuera impuesto» por la fuerza por el «aprendiz de tirano», para destacar ante el mundo el «peligro» que él significa. Ahora, la oposición, sus lí­deres y los contactos de ellos con la red que promueve la desestabilización del movimiento bolivariano, tendrán menos oportunidad de mantener oculta la fuente de su financiamiento.