Las elecciones generales de este año ya pasaron. Ya hay Presidente de la República electo. El que ganó ganó y el que perdió perdió, aún cuando haya sido por un apretado margen de votos. Hasta ahora, en la historia patria el único candidato que ganó la Primera Magistratura de la Nación por abrumadora mayoría, fue el doctor Juan José Arévalo Bermejo. Tampoco se ha dado el caso de que un partido electoral gane otra candidatura.
Después de una justa electoral los perdidosos hacen su «análisis» sobre cuales fueron los motivos de la pérdida, que por esto, que por lo otro, y se inculpa al ganador por haber utilizado métodos adversos, y van las declaraciones a la Prensa para justificar esa pérdida. Las que no hacen si no poner de manifiesto su resentimiento, pues la veintena de «candidatos» están seguros de ganar. Esto viene a ser como sucede con los billetes de la lotería cuando no se saca ni siquiera una terminación y se dice: «fue por mala suerte, porque por un número no me gané el mayor», pero no es por un número sino por una decena, centena o millar.
En una primera participación de esta índole son muchos los factores que concurren para una ganancia. Porque es la primera vez y no se conoce bien al candidato; también aquí se vota por «el más guapo», en contra de, y no a favor. En la contienda recién pasada, se votó por el más conocido. Nunca se hace en la base de una conciencia cívica.
Otra situación que se da es que a los pocos días de la investidura del Presidente, toda esa gente que formó el grupo de entusiastas seguidores se tornen opositores porque ya no tienen el mismo acercamiento con el candidato durante la campaña. En la Presidencia ya es otra cosa, otro modo de pensar y actuar. Para hablar con el Presidente hay que pasar por muchos coladores, y además, él no está para atender minucias, eso lo ignora la pléyade de entusiastas seguidores.
Lo conveniente es hacer un exhaustivo análisis interdirigencial partidario, para saber qué estuvo bueno y qué no para corregir errores, y estudiar nuevas estrategias para la siguiente campaña.
íTEM MíS: Es necesario inventar nuevos ditirambos para elogiar al fut.