Al oí­do de ílvaro Colom (II)


Guillermo Wilhelm

La primera sugerencia que me he permitido trasladarle es tomar en cuenta que usted ya no es un C.C.C. (ciudadano común y corriente), por eso no deberá extrañarle que a estas alturas le estén apareciendo parientes y «amigos del alma» por todos lados. Por su nueva situación muchos podrí­an ahora argumentar ser descendientes de Cristóbal Colom, por ende alegar ser sus parientes y ante tales circunstancias el Mateo Flores no le alcanzarí­a para atender a toda la familia. Así­ que hasta en términos jocosos le dejo tácita mi recomendación de la importancia para el paí­s de manejar de la manera más provechosa su tiempo. Sobre el segundo punto, que es convocar a un pacto de gobernabilidad veo que ya lo hizo, y el propósito principal debe ser comprometer y hacerle entender a la sociedad que el paí­s no es únicamente responsabilidad del Presidente y su equipo, sino de todos los ciudadanos. Este pacto debe desarrollarse en un ambiente de convivencia pací­fica para permitir estudiar en un tiempo perentorio todas las opciones que nos beneficien como paí­s, y con el compromiso de todos los sectores se puedan ejecutar las polí­ticas públicas que busquen el beneficio de toda la población.

Si se da cuenta, éste podrí­a constituirse en un compromiso que se traduzca en el apoyo de la sociedad hacia su gestión presidencial, situación que le cerrarí­a el espacio a esa oposición destructiva y resentida que estarí­a aguardándole en el Legislativo, por eso mismo le sugiero no excluir a ningún partido polí­tico de este convenio. Como aquí­ lo que se pretende es el beneficio del paí­s, el boicot que se pueda dar a ese gran acuerdo nacional quedará mal visto por la ciudadaní­a, acciones que llevarí­an a ese grupo opositor a cavar su propia tumba polí­tica. Por eso le insisto que el principal factor que sustentará su gestión presidencial es el apoyo que tenga de la sociedad, de ahí­ mi recomendación de mantener un apego irrestricto a la moral y un vigoroso impulso a sus principales polí­ticas públicas. Otra cosa fundamental que le invito a recordar, es que en estos momentos el concepto de gobernar rebasa lo tradicional, es decir, la buena conducción, asistencia, prevención y cualquier servicio de beneficio general, esto debido a que nos encontramos en un momento crucial para el paí­s, pues no olvidemos que Guatemala se encuentra atravesando una profunda crisis social e institucional debido a que el sistema polí­tico actual no ha llenado las expectativas de bienestar y desarrollo en la población. En este sentido permí­tame también recomendarle una agenda fundamentada sobre la intención de alcanzar una democracia vinculada al desarrollo, y en esto muchos en el paí­s estamos claros que solamente lo vamos a lograr por la ví­a de una reforma polí­tica estructural, con enmiendas que apunten a la reestructuración del Estado y que se encuentren orientadas fundamentalmente a garantizar la eficacia, transparencia, estabilidad y gobernabilidad en la gestión pública. El inicio de esto lo estaremos distinguiendo cuando logremos mejorar la calidad de nuestros representantes. ¿Pues que le hemos generado al paí­s con un Congreso donde también pululan ladrones de gasolina, narcos, semianalfabetos y viajeros derrochadores? Por su récord profesional sé que usted ya ha estado en varios paí­ses desarrollados y por eso mismo ya habrá identificado que esa alta calidad de legisladores está vinculada al desarrollo, de ahí­ la importancia de llevar a nuestro Legislativo la mejor calidad humana de nuestra sociedad. Continuará…