¿Sabe usted si tiene trastorno obsesivo compulsivo?


¿Quién sabe si usted tiene este problema? El trastorno obsesivo-compulsivo es un desorden de ansiedad que afecta a muchas personas en distintas épocas de su vida, siendo descritos los perí­odos de la adolescencia y el embarazo en las mujeres como factores exacerbantes. La importancia de conversar acerca de este tema radica en que con frecuencia esta enfermedad se vive con mucha angustia, sufrimiento y en soledad, como una enfermedad oculta. Esto debido a que las personas que lo presentan consideran que pueden ser poco comprendidas, marginadas, rechazadas, debido a que para sí­ mismas/os también constituye algo poco comprensible.

Dra. Ana Cristina Morales Modenesi
crismodenesi@gmail.com

Consiste en una entidad con las caracterí­sticas de la presencia de obsesiones: pensamientos, imágenes e impulsos repetitivos, constantes, involuntarios e indeseables, que poseen diferentes contenidos como los temores a la contaminación o a poseer una enfermedad como sida; o incluso, pretender hacer daño a alguien más, entre otros. En cuanto a las compulsiones: actos o rituales que tienen la finalidad de combatir a las anteriores, se presentan aparentemente carentes de lógica, a veces de manera extravagante. Ejemplos de ellas son la necesidad excesiva de orden y limpieza; con ello el lavado de manos, de ropa, el bañarse de manera excesiva que provoca en ocasiones lesiones en piel, coleccionar y ordenar objetos de distintas maneras, por su tamaño por su forma, por su color, etc.

Si los rituales son interrumpidos, la persona que los ejecuta necesita volver a iniciar desde su principio la misma actividad, paso a paso, lo que provoca lentitud en el desenvolvimiento de su vida cotidiana; y en oportunidades la desesperación por parte de las personas que la acompañan.

Existe en esta forma de ansiedad una especie de pensamiento mágico, que va incluido en las obsesiones/compulsiones de quienes las poseen. Ya que consideran que si no ejecutan sus actos compulsivos a cabalidad el efecto se constituirá en algo malo indeseable; por ejemplo, si no camina evitando las lí­neas de los cuadros del piso, «algún ser querido podrí­a enfermar o morir».

Visualizar este diagnóstico nos ayuda a proporcionar un tratamiento especí­fico para el mismo, lo que prodiga esperanza y mejora la calidad de vida de quienes sufren este tipo de ansiedad así­ como para sus familias. El tratamiento recomendado es el psiquiátrico, con la utilización de algunos medicamentos contra la ansiedad y antidepresivos entre otros, los cuales mejoran sustancialmente los sí­ntomas. Unido a los fármacos se hace necesaria la psicoterapia que ayude al individuo/a a lidiar con sus sí­ntomas, a comprender y expresar sus emociones y a ponerle un lí­mite a las obsesiones para que él o ella nuevamente sea dueño de su vida.