CARLOS PEÑA, Y EL CICIG


¿Te has dado cuenta, Carlos, de lo que tu ejemplo significa para Guatemala? Tu ejemplo vale mucho para esta Guatemala en la que mañosos politiqueros octogenarios todaví­a ocupan posiciones de liderazgo, y lo peor, y desafortunadamente, siguen desorientando a las juventudes.

Dr. Carlos Pérez Avendaño

Tú le has dicho a Guatemala, aquí­ estamos los jóvenes, los que todaví­a tenemos limpios ideales, dispuestos a ocupar lugares de liderazgo en busca de un destino más prometedor. Y se lo has dicho cantando, con un canto que a Guatemala, le llegó al alma. Al pueblo chapí­n tu triunfo le ha llenado de esa tan necesaria esperanza y ojalá el grupo de jóvenes que ahora están descollando sigan adelante.

Al contemplar la alegrí­a de tu pueblo, que todo él está cantando, uno siente ilusionado como si se iniciara el fin de las angustias y como si una nueva vida en manos de la juventud fuera a principiar.

¿Y será que se inicia el fin de la canalla? Acude entonces a nuestra mente la idea del CICIG que D.M. muy pronto iniciará su trabajo para limpiarnos de la añosa y corrupta impunidad.

Si el CICIG no logra que desaparezca el «derecho a antejuicio», su labor será mediocre, y el pueblo se sentirá decepcionado.

El CICIG no deberá evadir el caso de aquel internacionalmente conocido genocida golpista si es que de verdad pretende trabajar a cabalidad sin componendas. Y además de él hay otros, otros ex funcionarios que han desempeñado cargos públicos en donde han manejado fondos del Estado y quienes deberán estar disponibles para ser sometidos a juicio. Pero si acaso esos chuecos ejemplares se les adjudica una diputación y con ello gozan del «derecho a antejuicio», se está obstaculizando la actuación del CICIG. El señor Carlos Castresana, encargado del CICIG, deberá exigir una mesa limpia para actuar sin cortapisas. Tratar de abolir esa corrupta ley, habrá de ser de sus primerí­simos quehaceres.

¿Y qué tiene que ver en todo esto nuestro Carlos Peña?

Es que ahora mismo en Guatemala se perciben grandes contrastes. Por una parte la gran diferencia entre, por un lado, esos amañados ex funcionarios que con astucia de zorras evaden la justicia y manchan así­ la honra de este decepcionado pueblo, y que es algo que nos desacredita y, por otro lado, la juventud que liderada por el joven cantor Carlos, llenó de alegrí­a a nuestra entristecida niña Guatemala y nos hizo sentir que no todo está perdido. Algo nos acedita.

Por eso, adelante Carlos, adelante jóvenes deportistas, jóvenes artistas y jóvenes empresarios. Adelante CICIG con sus planes para proporcionar a la juventud guatemalteca un escenario limpio de corruptos en donde su trabajo fructifique en medio de sus cantos y de su alegrí­a.

Pí­dele a Dios, Carlos, que la fama no te enceguezca, porque la inmensa mayorí­a de los humanos de frente a la avalancha de aplausos que se te han ofrecido, fácilmente se envanecerí­an. Perderí­as entonces mucho de tu grandeza.

¡Ah!, y por otra parte, si me permites un consejo no solicitado: no aceptes invitaciones de politiqueros.