«Por el orden»


Esta clásica expresión es utilizada dentro del sistema parlamentario cuando en el pleno un diputado se refiere improcedentemente a otro utilizando términos impropios, ya no digamos atribuyéndole hechos o acciones falsas; también es utilizado en las asociaciones o reuniones de la sociedad civil.

Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com

He considerado usarlo como tí­tulo de la presente opinión para referirme a la inmoral acción que el dí­a cuatro de septiembre de 2007, una o varias personas de forma impropia, hipócrita, desleal, indigna y cobarde utilizaron para publicar un falso artí­culo con el tí­tulo «La decisión es Colom» haciendo uso del membrete del decano de la prensa independiente «La Hora», de mi nombre, apellidos y correo electrónico. Falsedad que circuló profusamente en la Internet a miles de los correos de personas individuales y jurí­dicas.

Este hecho confirma que durante la presente campaña electoral se ha recurrido a acciones y procedimientos indignos para perjudicar o beneficiar a determinadas candidaturas y partidos, realizando actos tí­picos de Paul Joseph Goebbels, Ministro de Propaganda del régimen nazista que dirigiera Adolfo Hitler.

La redacción evidencia un conocimiento y una preparación en un nivel superior a la de la mayorí­a de los guatemaltecos, aspecto que induce a considerar que no es el producto de una persona promedio, sino la obra de personas con un grado de preparación a nivel universitario, quienes con un evidente irrespeto a la moral, a la ley, no les importa mentir, no les importa calumniar, no les importa abusar con tal de perjudicarme y perjudicar a uno de los dos candidatos que hoy pasa a la segunda vuelta electoral. También, a contrario sensu, beneficia al otro candidato, aspecto que evidencia su inclinación y su motivación polí­tica.

Como se evidencia con su proceder, estas personas realizaron una acción delictiva. Si la misma proviniera de un dignatario, de un funcionario público, el hecho implicarí­a una violación a la Constitución, si proviene de una o varias personas que no son parte del gobierno, el hecho cometido, por sus caracterí­sticas, es un delito informático porque para poderlo realizar recurrieron al uso indebido de un sistema electrónico y lo enviaron a través de una base de datos para que llegase a múltiples personas. También es una acción que atenta contra el honor del suscrito, pretende de forma pública implicarme polí­ticamente a favor de un binomio presidencial y en contra de otro. Incluso es un hecho que viola y atenta contra mis derechos humanos; por consiguiente, es una acción delictiva que procede conocer, investigar y perseguir al Ministerio Público y al Procurador de los Derechos Humanos.

Es también importante señalar que esta inmoral e ilegal acción perjudica al decano de la prensa independiente al utilizar, sin autorización y justificación alguna, su nombre y membrete. Por lo expuesto, rechazo el hecho y llamo al orden a quienes lo hicieron y a quienes les corresponde velar por el Estado de Derecho y me reservo el derecho de proceder legalmente.