Voto chafa, voto alienado. ¿Votar por un militar en el país de la eterna? Si hasta suena absurdo su solo enunciado. Grotesco más bien, chocante, irracional. Porque tal posibilidad parece no caber en la cabeza, por abierta y despejada que esté; no se le encuentra viabilidad en la mente y el corazón de quien tiene dignidad, memoria histórica, inteligencia, amor al prójimo y a su patria. Que los sufragantes de un país mártir voten por sus ex verdugos, quienes nunca han reconocido su condición de tales ni mucho menos sentido arrepentimiento y pedido perdón para ser perdonados.
Votar por un militar en el país del genocidio, de la tierra arrasada, los cementerios clandestinos, la expoliación, el despojo, el peor holocausto en la Latinoamérica republicana. El voto retrógrado, el voto amnésico, el voto masoquista, el voto humillante, el voto ofensivo, el voto alienado, el voto enajenado, el voto por la bota, la cachucha, el puño de hierro, la mano paralítica que nunca ha creado ni producido nada. Nuestro futuro inmediato no puede ser una prolongación del pasado oprobioso, una vuelta a Ubico, a Arana Osorio, a Lucas García, a Ríos Montt. Cuando la sangre de los inmolados no termina de secarse porque el olvido no cura las llagas. No puede ser que el miedo le muerda la cola al silencio. Nunca más. ¿Quién emite un voto cómplice?
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Decisión abstencionista. Una prueba manifiesta de que en Abstencionistas Anónimos tenemos poderosas causas históricas para abstenernos –y en consecuencia mostramos el mayor interés político y responsabilidad social–, radica en las modestas y muy breves declaraciones de principios y de motivos en estas paginas a lo largo de varios períodos eleccionarios; eso sí, exposiciones perdidas en el laberinto de papel. Nunca hemos sido «indecisos» ocasionales. Nuestra decisión, determinación, resolución, entereza o firmeza es irrenunciable en tanto la misma Guatemala sea la única en el horizonte, mientras la otra Guatemala, aunque posible, está a años luz de toda probabilidad. Nuestra capacidad de decepción cíclica tiene sus límites. Por desgracia, llevamos más de dos décadas de no equivocarnos.
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Galileo y los frijoles. Un importante punto doctrinario, de obvias resonancias geopolíticas, en que no puedo menos de coincidir con don Guayo Suger es el referente a que frijoles con queso de Zacapa, chile y tortillas es un platillo preferente ?Ah, delicia? entre otros muchos de nuestra variada gastronomía, nutritivo y barato, hasta cierto punto. La política es así, uno puede estar en desacuerdo con determinado dirigente y partido político en un noventa y ocho por ciento de sus planteamientos y planes de trabajo, pero de pronto salen a colación los frijoles con chile, queso de Zacapa y tortillas calientes, con aderezo de las leyes de gravedad de los cuerpos y el principio de la inercia, más la balanza hidrostática, el termómetro y el primer telescopio, y tal fórmula ecléctica podría ser el caldo de cultivo para conciliar a toda clase de contrarios aparentes o simulados.
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Punto semifinal. Como en Abstencionistas Anónimos no todo ha de ser escepticismo, pesimismo, resignación e incluso derrotismo ?aunque todo ello acrisolado en el razonamiento y cierta salud mental?, creemos oportuno sugerir a quienes todavía creen en el voto, y votan, procedan los día viernes 7 y sábado ocho a un retiro espiritual, un razonable ayuno, prácticas de yoga, meditación trascendental, cura de las siete hierbas o yerbas, purificación y sanación por algún shamán o guía psíquico, una buena sesión con el psicólogo de cabecera, en fin. Pero además, y esto es muy importante, el día de las votaciones, ya frente a las sagradas urnas, se aconseja taparse la nariz, sea con un pañuelo, una mascarilla de plástico o con la mano desnuda (fórmula planteada por el Marito Vargas Llosa para las últimas elecciones en Perú, la que, por cierto, no dio resultado en aquel país). Y de última hora, ha trascendido que el Te Ese E contrató al popular conjunto de rock nacional «Los Indecisos» para que amenice nuestra cuatrienal «fiesta cívica» con sus gustados boleros de siempre, como «No encuentro quien», «Tú o el otro», «Dudas nada más», «Nuestra vacilación», etcétera.