Con el desarrollo de la comunicación, la publicidad y los autodenominados asesores de imagen, los candidatos y partidos se pretenden vender igual que los jabones, las grasas, los pollos y los chorizos.
jfrlguate@yahoo.com
La inversión en televisión, radio, vallas y medios de comunicación social escritos, busca inducir a votar por el candidato que mayores recursos tiene o que le dan los grupos de poder.
Hitler y su ministro de Propaganda, Paul Joseph Goebbels, son ejemplo de cómo a un pueblo se le manipuló a través de propagar hechos falsos e inductivos para que prevaleciera un concepto político fascista. A través de la propaganda se engañó, se atacó todo lo que se les oponía, se encarceló, se condenó a campos de concentración y trabajos forzados, se exterminó a millones de seres humanos con el fin de obtener el poder político y económico.
La Alemania nazi ya no existe, pero los criterios que acuñó y desarrolló, a través de medias verdades, continúa existiendo y utilizándose. Guatemala no escapa a esas circunstancias, a esa metodología, basta ver cómo se desprestigió al anterior gobierno y cómo el Presidente actual, a pesar de las normas legales, continúa su engañosa propaganda. Hoy también se está utilizando el correo electrónico como el método de Goebbels, además, hay partidos y candidatos utilizando símbolos y actitudes extraídas del nazismo para manipular.
Los foros presidenciales han sido limitados, hay candidatos que en lugar de aprovecharlos de forma positiva se enojan y reaccionan intempestivamente cuando otro candidato señala hechos reales de anteriores gobiernos que fueron beneficiosos para la población; por ejemplo: que en el anterior gobierno se mejoraran los salarios, era menor la criminalidad, no se permitió el abuso en el incremento de la canasta básica; el suministro de energía eléctrica domiciliaria fue beneficioso con la tarifa social. Ese candidato se equivoca al no reconocer esas verdades y comprometerse a igualarlas o mejorarlas, también se equivoca al sumarse a la campaña negra tipo Goebbels que se hizo en contra del gobierno anterior, señalando hechos que no han sido probados hasta la fecha.
Las encuestas, en este último momento, se están utilizando para desinformar, influir y manipular, especialmente a aquellos ciudadanos cuyo voto todavía se encuentra indeciso. Con esto se evidencia la mano de quienes están acostumbrados a utilizar la desinformación, es sin duda alguna otro lavado de coco al estilo de la época del conflicto armado.
Es una equivocación político social el no reconocer que América Latina se aleja de un liberalismo sin conciencia social. En Chile la pobreza es cada vez menor, la economía se desarrolla con sentido social; Argentina gobierna en un socialismo democrático; Uruguay retorna a su tradición donde el ser humano es su principal objetivo; Brasil y Lula gobiernan para la mayoría, combatiendo la pobreza y extrema pobreza, evitando un prororoca que pueda producir un fenómeno contrario al desarrollo y al progreso. Bolivia, Venezuela y Ecuador, son gobiernos Bolivarianos que se preocupan de sus mayorías; salvo Colombia que está subordinada a los Estados Unidos, no podemos decir que sur América tenga gobiernos liberales, sino gobiernos que buscan el bien común, la existencia y respeto al hombre, evitando un Estado débil o fallido.
Los guatemaltecos tenemos la obligación de elegir un gobierno que resuelva los problemas sociales de todos, no un gobierno para hacer más ricos a los ricos y más pobres a los pobres.