Lo efí­mero del Bono 14


Al igual que todo en la vida, excepto fuésemos el mí­tico rey Midas, el Bono 14 semeja la flor de un dí­a y termina como agua que se escapa de las manos. A estilo restantes prestaciones laborales, entre ellas el Bono Vacacional y el siempre esperado Aguinaldo, a veces comprometido de antemano.

Juan de Dios Rojas
jddrojas@yahoo.com

Los beneficiados por derecho con el mismo reaccionan así­, al final de cuentas que termina en humo, hay considerables sectores poblacionales que nada de nada. Saben de sobra que lo reciben otras manos, sin embargo, crean falsas expectativas una y más veces en medio de la triste realidad.

El Bono 14 constituye una cascada que incrementa el circulante, aun en esa condición efí­mera, además, encandila y conforma castillos en el aire, sin tener los pies sobre la tierra. Lástima grande el hecho de no utilizarse para equilibrar el presupuesto familiar, urgido de más ingresos extras.

Es preciso que las personas tomen en cuenta, mediante serenos pensamientos y cálculos centrados, que el Bono 14 incrementa en mayores í­ndices el consumismo, auténtico imán. Resulta paradójico por cuanto hay crisis económica, no obstante la tendencia a comprar lo no necesario surge gozosa.

De cualquier modo se concluye en algo verí­dico, digno de hacer escuela que amerita sin duda experiencias en suma. A extremo que según mediciones al respecto podemos decir: mal con él y peor sin él, en el marco de los vaivenes diarios en la búsqueda natural de salir adelante, sea como sea.

Nadie ignora que el alto costo de vida, indetenible, añade su ingrediente lesivo y verdadero castigo a nivel colectivo. Mayormente en lo atinente a los segmentos más vulnerables que pasan de verdad las de Caí­n en la lucha por la subsistencia, que por lo visto sentó sus reales en definitiva.

Causa un movimiento extraordinario a lo largo y ancho de la ciudad; crecen los atascos dañinos en calles y avenidas en afanes diversos; cunde una reacción sentimental notoria parecido a la Navidad. Salen gananciosos los comercios de todo tipo, grandes y pequeños, ganadores de la batalla.

Y para variar, la inseguridad prolifera dondequiera, así­ sean los bancos del sistema, centros comerciales, supermercados, por parte de la delincuencia que pretende hacer su agosto en julio. Inclusive el efecto involucra a vendedores de mercados cantonales y tiendas de barrio que están ojo al cristo.