En tercer lugar sigue el doctor Alejandro Giammattei con un 8.9 y 10.2 por ciento respectivamente y por último la señora Rigoberta Menchú con 5.5 y 5.9 por ciento. Es importante señalar que ante un ejercicio de segunda vuelta electoral, el Ing. ílvaro Colom está de nuevo asegurado como en el mes de junio, alcanzando un 52.2% y el general Otto Pérez un 38%.

El padrón electoral cerró el 30 de julio con seis millones de ciudadanos aptos para votar, y de esos, 3.5 millones actualizaron sus datos, los que vendrí­an a ser los votantes seguros. Para que ílvaro Colom ganara en primera vuelta el 9 de septiembre, haciendo un ejercicio «a grosso modo» deberí­a obtener un aproximado de un millón 750 mil sufragios (la mitad más uno de los 3.5 millones de votantes actualizados), cosa que si acelera su crecimiento todaví­a podrí­a suceder. De no ser así­, según los estimados de la encuesta para la segunda vuelta, relacionándolos con el padrón electoral, Colom con sus 52 por ciento de votantes podrí­a estar ganando la elección con un aproximado de un millón 820 mil votos y Pérez Molina quedarí­a en segundo lugar con su 38 por ciento o sea un millón 330 mil votos. Recordar que esta estimación es hecha conforme a los datos de la encuesta el dí­a de hoy, pero en la segunda vuelta podrí­an ser más los votos para ambos manteniéndose la diferencia proporcional a favor del candidato de la UNE. Un interesante dato es que el 67.7% de votantes están seguros de mantener su decisión, contra un 24.3% que talvez cambie.

Lo cierto es que a pesar de ataques y zancadillas ílvaro Colom sigue a la cabeza con sobrada ventaja. Como decí­a la semana anterior, su actuación ponderada manejando el tema de la CICIG lejos de afectarlo, lo fortaleció. El nuevo ataque sensacionalista del ex diputado disidente de la UNE, Rolando Morales, no parece haberle hecho mella, demasiado burda la maniobra. Con su ecuanimidad ílvaro Colom está enseñando nuevas fortalezas que le hacen ganar simpatí­as.

Por otra parte la CICIG fue aprobada antes de ayer en medio de una votación al principio confusa pero que luego desembocó en un apoyo casi total. Las páginas de Internet fueron bombardeadas por sus opositores distorsionando sus funciones antojadizamente, en momentos en que el crimen organizado ha copado las instituciones y mantiene al paí­s contra la pared. Las funciones de la CICIG son claras: apoyar al Ministerio Público para llevar a los tribunales a los responsables de acciones criminales y desmantelar así­ el aparato del crimen organizado. Es lógico disponer de una serie de ventajas, como independencia funcional para conseguir sus objetivos. Hablo de poder intervenir el correo; investigar a personas consideradas cómplices de criminales; realizar cateos y allanamientos sin orden de juez, acusar de complicidad a empleados y funcionarios que no colaboren con la investigación y otras más que caen de su peso en un organismo de investigación criminal.

El candidato de la UNE Ing. ílvaro Colom fue pieza fundamental en la aprobación de la CICIG cuando se comprometió a su aprobación en la visita realizada a Washington y mantuvo su posición a costa de contradicciones dentro de su Partido que fueron aprovechadas naturalmente por sus contendientes. Sin embargo tuvo la visión y carácter de honrar ese compromiso y garantizar el apoyo total de su bancada, cuando dos de sus diputados votaron en contra de la Comisión en una votación preliminar. Colom enfrentó el hecho y salió fortalecido de aquella encerrona polí­tica demostrando carácter y juicio al separar del cargo y dejar en manos del MP, la investigación de uno de sus colaboradores señalado de tener relación en el atentado contra el Jefe de Estrategia de la UNE José Carlos Marroquí­n. Como decí­amos dí­as atrás: las crisis ponen a prueba a los lí­deres.

Para terminar, una persona se quedó sorprendida cuando le manifesté dos cosas: que apoyaba la aprobación de la CICIG y que votarí­a por ílvaro Colom. Me manifestó su extrañeza porque según su criterio yo era de «derecha». Le respondí­ que una de las gracias que concede la vida es poder cambiar para mejorar, y con la experiencia que dan los años, tener el valor de rectificar. Así­ en este momento de mi vida, no me considero un hombre de derecha porque ya mi pensamiento no encaja dentro de lo que ello significa, pudiendo además establecer las diferencias entre mi pensamiento actual y el que alguna vez pude haber reflejado. De todas formas nunca dudé de estar a favor de una sociedad más justa, en donde los que tienen más, aporten lo que en justicia corresponde para que un Estado eficiente pueda apoyar a los que tienen menos. Con todo lo anterior, mi amigo pudo comprender por qué apoyo a la CICIG y por qué apoyo a un partido de centro izquierda como la UNE y a su candidato ílvaro Colom. Sus experiencias no tengo la menor duda le han servido a ílvaro para formarse y conocer mejor Guatemala y ver los dos lados de la moneda. Por todo eso y otras cosas más, es que yo votaré por ílvaro Colom y Rafael Espada.