Prensa Libre publicó ayer su quinta encuesta electoral y de allí­ se coligen varias observaciones que son necesarias hacerlas públicas. Si tomamos en consideración el porcentaje asignado a los candidatos ílvaro Colom con un 21.33% y Otto Pérez con 14.42%, aparentemente y fí­jense bien que digo «aparentemente», la diferencia entre ambos es de 7 puntos y si calculamos un margen de error que puede ser o ? de 3 o 4 puntos, podrí­a pensarse que si Colom no se pone las pilas, Pérez podrí­a darle alcance, máxime que la encuesta fue hecha antes del escándalo del CICIG en donde salieron a relucir trapos sucios que dañaron a la UNE.

No obstante el párrafo anterior que puede hacer sonreí­r abiertamente a los «patriotas», vean la página 4 de la encuesta, en donde solo se toman en consideración los votos VíLIDOS, como lo ordena la ley, es decir, que al hacer el conteo para elegir a alguien los votos nulos y/o en blanco NO cuentan.

En este sentido (siempre que el CICIG no les haya dañado mucho), serí­an los de la UNE los que tendrí­an sobradas razones para sonreí­r por cuanto su candidato presidencial estarí­a a un poco más de 10 puntos para lograr la mayorí­a absoluta (la mitad más uno de los votos válidos), para ganar en la primera vuelta, faltando poco más de 40 dí­a para las elecciones.

De todas maneras, en mi opinión personal, sujeta a equivocación por supuesto, creo que los dos candidatos que disputarí­an la presidencia serí­an ílvaro Colom y Otto Pérez y de allí­ la importancia de tener, por si hay una segunda vuelta, las mejores relaciones y ví­nculos con otros partidos que podrí­an apoyarlos, aunque en Guatemala, con excepción quizás del FRG, no existe el voto disciplinado pero serí­a bueno que se constituyan comisiones de ambos partidos que desde ya empiecen el sondeo y acercamiento con otros entes polí­ticos importantes como la Gana y el FRG.

En cuanto a los diputados, siempre de acuerdo con lo que dice la encuesta de Prensa Libre, aparentemente la UNE, la GANA, el Patriota, el FRG y la UCN, tienen ya asegurados escaños en el Congreso y por supuesto, micropartidos que no representan a segmentos importantes de la población quedarán dentro del esquema del sistema polí­tico guatemalteco, gracias más que nada al liderazgo de algunos en sus respectivas jurisdicciones y tendremos que seguir aguantando la diarrea partidista cuando lo ideal en toda democracia es que exista un bipartidismo fuerte y sano.

Aparte de lo anterior estoy total y absolutamente seguro, sin necesidad de las encuestas, que en el Congreso veremos viejas caras conocidas por marrulleros, deshonestos, tramposos y miembros del crimen organizado. ¡Y ya no digamos los alcaldes!… ¡Ave Marí­a Purí­sima!