Este miércoles 18 de julio, hace 58 años de aquellos sucesos tras el asesinato del coronel Francisco Javier Arana que terminaron con un saldo de más de cien muertos. El doctor Francisco Villagrán Kramer en su obra, Biografía Política de Guatemala, pág.73., menciona que el día 21 de julio Arévalo recibió a un grupo de amigos que también lo eran del coronel Arana: Francisco Villagrán, ex ministro; José Rolz Bennet, ex diputado constituyente y decano de la Facultad de Humanidades; Ernesto Viteri Bertrand y Federico Rolz Bennet connotados abogados, quienes le dijeron que era hora de informar sobre lo sucedido, refiere que Arévalo dijo con sentimiento «Esta mancha ya no me la puedo quitar, estoy salpicado de sangre».
El doctor Carlos Sabino en su obra sabrosamente escrita, bien documentada y matizada de objetividad Guatemala la Historia Silenciada (1944-1989), dice: «No creemos, como dijimos en páginas anteriores, que se haya tratado de un asesinato político deliberado y premeditado. Pero la destitución e intento de captura del Coronel se convirtió en una emboscada en la cual, muy probablemente podía producirse su muerte. La responsabilidad de este incidente recae sin duda sobre Jacobo Arbenz, quien dirigió de hecho la operación, pero existe una visible responsabilidad política también por parte de Arévalo (y sin duda de varios dirigentes del Congreso), pues el Presidente no se opuso a las acciones que se pensaban desarrollar, es más, porque colaboró de algún modo con ellas. Arévalo eludió esa responsabilidad política y dejó la Revolución, entonces, en manos de algunos de sus partidarios, pero no por eso logró consolidarse como la figura señera capaz de ser tomada como el líder máximo del proceso.» De ahí que no se haya podido mantener lo que propiamente pudiera llamarse una fuerza política arevalista. Por mi parte, yo agregaría algo para terminar: el fantasma del asesinato de Arana impidió al doctor Arévalo regresar con gloria a Guatemala cuando a inicio de la década de los 60 su figura política empezó a discutirse a nivel nacional como un hombre de peso para un recambio.