La Unidad Nacional de la Esperanza se ha comprometido públicamente, tanto en Guatemala como en el extranjero, con el apoyo a la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala, CICIG, pero su partido en el Congreso se sumó al partido de la impunidad organizada para emitir dictamen contrario en la Comisión de Relaciones Exteriores, lo que deja al candidato en una posición difícil y delicada, porque antes de que llegue al poder se evidencia que su partido no está para cumplir promesas.
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César Fajardo fue el diputado de la UNE que manejó el voto contra CICIG. Este mismo diputado tiene estrechos vínculos con gente del crimen organizado, tanto así que algunos de ellos le celebraron su cumpleaños en el 2006, y es obvio que está cumpliendo el papel que esa gente le ordena jugar. Pero Colom lo supo desde que ocurrió el atentado contra su jefe de estrategia y no lo expulsó del partido pese a las evidencias, lo que, repito, deja en serio entredicho al candidato de la UNE porque no se puede jugar de esa forma con asuntos tan serios como el combate a la impunidad.
Fajardo, para más señas, está para ser reelecto en la UNE como diputado y es natural que en el Congreso seguirá jugando el mismo papel de garante de la impunidad porque para ello es que lo han cultivado los que forman parte de las roscas del crimen organizado.
La CICIG puede no ser la octava maravilla del mundo, pero evidentemente constituye una piedra en el zapato para quienes quieren seguir protegidos por el manto de la impunidad. Tanto así que ha obligado a descararse a quienes actúan agazapados recibiendo instrucciones de los grupos paralelos del poder. Yo dije que del FRG no podía sorprender su compromiso en el caso de la CICIG porque Ríos Montt siente que aprobar ese instrumento le puede salir muy caro a él, responsable de tantas cosas cuando fue jefe de Estado y también de cuando estuvo de alta y dirigió operaciones militares. Pero como el FRG no bastaba para detener a la CICIG, los criminales se vieron obligados a mover todas sus piezas porque no se pueden dar el lujo de que avance el trámite de ese instrumento y por ello presionaron para que se produjera ese acto de traición a los lineamientos de un partido político.
Cierto es que Colom no fue el responsable del voto, pero es el responsable de su partido y su partido sí votó en contra de la CICIG. Y si así son las vísperas, hay que pensar cómo serán las fiestas, puesto que no puede ser que no exista control sobre las actuaciones partidarias. El abogado Fajardo no actuó a título personal y hasta comprometió a otro diputado de la UNE para que juntos votaran a favor del dictamen elaborado por los asesores de la hija de Ríos Montt y aunque ahora el partido lo descalifique, el daño está hecho y se demuestra plenamente que Fajardo sirve a intereses que nada tienen que ver con el partido.
Me imagino la sorpresa que se deben haber llevado los observadores extranjeros al ver que la UNE está en contra de CICIG, puesto que Colom ha dicho a todos los diplomáticos que está a favor de ese instrumento. Y deberá obligar a Fajardo a que revierta su actitud y que cambie su posición sobre la CICIG, so pena de ser expulsado del partido con todo y que esté postulado para reelegirse. Y es que el tema es crucial, puesto que la CICIG es piedra angular del combate contra el flagelo de la impunidad que tanto daño nos hace como país y en ese caso no valen las medias tintas.