La semiología ha descubierto que existen conectores semánticos, en el color que utiliza los publicistas. ¿Cómo funciona este sistema? Simple: una palabra, un trozo musical, un simple ademán o un lugar (en realidad muchas cosas) pueden ser considerados conectores semánticos. Es decir, cualquier elemento que conecte dos campos semánticos aparentemente distintos, uno del otro, es un conector semántico. Es ligar una cosa con otra -conectar sentido- como lo hacen los publicistas del Partido Unionista, al utilizar el color verde chinto de la municipalidad y asociarlo con la palabra OBRAS del candidato a la reelección de la propia municipalidad capitalina.
Este uso que puede pasar inadvertido, pero yo considero que se convierte en una típica manipulación por parte del Alcalde, quien está utilizando este color distintivo en su campaña proselitista, debido a que éste es el color institucional de la empresa Municipal de buses Transmetro y él lo está utilizando como parte de su identidad personal, asociando este color a sus logros particulares. La propaganda relaciona el color que usa el Transmetro, como un operador semántico en todos los materiales promocionales de su campaña proselitista, para la reelección.
Es decir, la propaganda del Partido Unionista, en la capital, usa la palabra OBRAS impresa con una tinta peculiar, que destaca muy fuerte visualmente, con el mismo color que fueron pintados los vagones de los buses articulados para el Transmetro. Nada tiene de malo, pueden decir sus publicistas, pero creo yo que este puede ser considerado como un caso de propaganda subliminal, porque está por debajo del límite de lo consciente en el receptor, tanto así que muchos posiblemente ni se hayan dado cuenta. Pero… está actuando como un conector semántico entre la palabra OBRAS y el color verde chinto con que el alcalde ha pintado cuanto lugar público se le ha ocurrido.
Los teóricos de la semiología señalan que la publicidad utiliza constantemente este tipo de elementos, y como ejemplo pongo el rojo de la Coca Cola, un rojo puro que conecta inmediatamente con dicha bebida, lo que aún no ha logrado su oponente, con el color azul-eléctrico que utiliza, pero poco a poco lo va a lograr. En todo caso, uno de los más grandes semiólogos, el argentino Eliseo Verón, señala que cuando un conector semántico se reitera y se llega a institucionalizar, se denomina “operador semánticoâ€. Verón indica que un operador semántico actúa a nivel general y, una vez instituido, es muy difícil de contrarrestar. Uno de los libros de la Che Pedroni, señala que cuando esto sucede, se transforma en un lugar común, en un tropo.
Es decir, ese peculiar color verde del Transmetro representa e identifica claramente a un programa que goza de credibilidad, aunque nadie sabe realmente lo que cuesta al contribuyente (porque funciona como subsidio) y ese color tan peculiar, es ya un operador semántico entre los capitalinos, no simplemente un conector. Solo observar ese color nos asocia con las obras que ha hecho el actual alcalde, por lo que nos cuesta creer que lo esté utilizando como un operador semántico para concretar su reelección. Con franqueza, creo que es un abuso por parte del PU, la utilización del color institucional de una empresa que es pagada con el dinero del público y es más, lo considero una manipulación a nivel subliminal, porque fue diseñado con la idea ex profesa de pasar inadvertida por la parte consciente de los receptores. Sin embargo, a la vez, me parece burdo e innecesario ese recurso, porque el alcalde goza de amplio respaldo popular. La gente cree que ha hecho obra ¿Por qué entonces mal usa el color verde del Transmetro en su propaganda para lograr una reelección?
¿Tiene miedo el señor alcalde de su adversario más cercano? ¿Ya sintió don AA que le pisan los talones? ¿Ha hecho mella -en alguna medida- la millonaria campaña que el Partido Patriota viene realizando con Alejandro Sinibaldi a la cabeza, poniéndole fuerte presión en las múltiples llagas que tiene el Partido Unionista? Solo así nos podríamos explicar que los publicistas del alcalde, estén cayendo en la triste y deleznable fórmula de intentar manipular a los vecinos, utilizando ese inconfundible colorcito verde para atraer a la mente de los capitalinos, un campo semántico que se relaciona con el Transmetro, en la palabra OBRAS de la propaganda de este churrigueresco personaje que hoy ocupó nuestra atención semiótica,