LEGADO MUSICAL DE MSTISLAV ROSTROPOVICH II


Continuamos con esta segunda entrega de las columnas dedicadas al eximio maestro violoncellista Mstislav Rostropovich, recientemente fallecido, y como un homenaje a Casiopea, esposa de tul y miel, a quien rindo homenaje de ternura por los instantes inspirados en su nombre, por la sombra de sus manos besándome los ojos, por la vida comenzándome en su vida y por todo este alfabeto enlutando mi sangre que me atrae y enraí­za en la eternidad.

Celso Lara

Rostropovich ha sido considerado como el más refinado violochelista de todos los tiempos, tal como lo dijimos en la columna anterior; su muerte, a la edad de 80 años, el 27 de abril del corriente 2007, ha sido una pérdida irreparable para la música occidental de todos los tiempos.

A su muerte el mundo del arte se vistió de luto y de mucho pesar por la perdida de tan soberbio músico y defensor de los derechos de los disidentes cuando en la ex Unión Soviética se prohibí­a todo derecho de libertad. Rostropovich no se dejo amedrentar e interpretó triunfantes suites de Juan S. Bach ante los escombros del Muro de Berlí­n en 1989.

Al momento de su fallecimiento, las reacciones no se hicieron esperar, tal como la de Alexander Solzhenitsyn, Premio Nobel de Literatura, que en su tiempo fue defendido por este famoso violinchista. El gran novelista apuntó: El fallecimiento de Mstislav Rostropovich es un amargo golpe para nuestra cultura.

La oposición de este músico a la ex dictadura comunista soviética se inició con las denuncias públicas de sus maestros Dmitri Shostakovich y Serguei Prokofiev ante el régimen de terror de Stalin.

En 1974 Rostropovich escribió una carta que envió a los medios de comunicación donde señalaba: Por favor, explí­quenme ¿Por qué con tanta frecuencia en nuestra literatura y arte, personas absolutamente incompetentes en este campo tienen la última palabra? Así­ preguntaba Rostropovich en una carta abierta que no fue publicada. Ese mismo año huyó con su esposa y dos hijas hacia Francia, Parí­s, donde se quedó a vivir por algún tiempo partiendo luego hacia los Estados Unidos de América. De esta manera pudo vivir en ambos paí­ses sin problemas artí­sticos y laborales.

A principios de febrero de 2007 fue hospitalizado en la capital francesa y su familia decidió repatriarlo a Rusia al empeorar su salud.

Siete semanas después el maestro asistió a la celebración de su 80 cumpleaños en el Kremlin, donde se le rindió un homenaje y el presidente Vladimir Putin lo distinguió con la Orden de Servicio a la Patria. Me siento el hombre más feliz del mundo, dijo Rostropovich, que tení­a un aspecto muy débil. Será más feliz si esta tarde les resulta placentera, expreso al momento de levantarse con lentitud de su silla durante la celebración del 27 de marzo.

Grande de fí­sico y espí­ritu «Slava» Rostropovich abrazaba a todo el que se le acercaba y muchos lo han considerado como el posible sucesor de Pablo Casals como mejor violonchista de todos los tiempos.