Movimientos sociales y fuerzas polí­ticas en la V Cumbre del ALBA I


En la población de Tintorero, estado de Lara, Venezuela, el dí­a 29 de abril del presente año, los movimientos sociales y las fuerzas polí­ticas participantes del Congreso Bolivariano de los Pueblos, suscribieron el documento que consigna los acuerdos a que arribaron en los debates realizados durante el 28 y 29 del mes pasado.

Alfonso Bauer

En primer lugar, reiteraron su apoyo y compromiso de unión de los Pueblos de la América Latina y el Caribe con el proceso de integración polí­tica e ideológica enmarcada en la Alternativa Bolivariana para Nuestros Pueblos de América (ALBA), como un «hilo que permitirá conectar las diferentes expresiones sociales de quienes han resistido siglos de exclusión en nuestros pueblos (campesinos, obreros, cultores populares) impuesta por el modelo capitalista neoliberal», y reafirmaron su apoyo a los gobiernos progresistas de la región «para la realización de encuentros encaminados a lograr no sólo el acercamiento gubernamental, sino el de los pueblos hermanos del continente».

La construcción del ALBA se fundamenta en el legado histórico de nuestros Libertadores y Libertadoras, con un claro contenido ético, de valores y principios que se contraponen a los neoliberales.

Como principios fundamentales se reiteraron: autodeterminación de los pueblos, complementariedad económica, comercio justo, cooperación entre los paí­ses participantes (intra-ALBA), desarrollo económico equilibrado en cada paí­s, lucha contra la pobreza, preservación cultural de los pueblos, integración energética, defensa de la cultura latinoamericana y caribeña, de la identidad de los pueblos de la región y fomento de la cultura autóctona e indí­gena. A los principios anteriores se incorporaron los de: integración tecnológica productiva, solidaridad entre nuestros pueblos, lucha contra la exclusión social, defensa de los derechos humanos, laborales y de las mujeres, defensa del ambiente, integración fí­sica, soberaní­a alimentarí­a, participación de los pueblos en los asuntos públicos, competencia productiva con los paí­ses no miembros del ALBA, justicia social, soberaní­a, corresponsabilidad, pluriculturalidad, diversidad, reconocimiento de la cultura afrodescendiente y el derecho de la autodeterminación de los pueblos indí­genas tal como lo establecen los pactos de derechos humanos.

Se reafirmó el rechazo a los Tratados de Libre Comercio con los EE.UU. como parte de la lucha contra el ALCA y el imperialismo norteamericano.

Los movimientos sociales en el ALBA se comprometieron a respetar el principio de autonomí­a y la estructura horizontal de los mismos, donde la integración con los representantes de los gobiernos permita el diseño de planes, programas y proyectos coordinados en base a los intereses comunes, con los siguientes criterios: antiimperialista, humanista, ambientalista y con visión de género.

Fueron aprobadas varias Propuestas, de las cuales me referiré a las siguientes:

Creación de la Carta constitutiva del ALBA, contentiva de los principios y valores señalados.

Articulación de gobiernos locales y gobiernos nacionales.

Multiplicación de la Misiones Sociales en salud, educación, producción.

Acceso gratuito de la población al Plan Regional de Salud Pública.

Plan Educativo y Cultural integral desde la alfabetización hasta el desarrollo universitario.

Capacitación de los Movimientos Sociales conforme estrategia regional que permita fortalecer las capacidades sociales, técnicas y polí­ticas de dichos Movimientos.

Democratización de las Telecomunicaciones y la Informática como herramientas estratégicas para construir el poder popular liberador.

Democratización financiera mediante la creación de instituciones ad hoc con instrumentos, modalidades, plazos, tasas y montos que se adapten a las necesidades de los proyectos sociales.

Defensa de la Soberaní­a y Seguridad Agroalimentaria.

Derecho a la vivienda y un hábitat digno.

Contralorí­a Social del ALBA. Esa estructura se consideró vital y su organización debe partir desde las bases, porque sólo una profunda participación popular es capaz de garantizar la viabilidad del ALBA.

Apoyo a la red de mujeres que articule todos los movimientos de mujeres en América Latina y el Caribe.

Redes productivas de los Movimientos Sociales.

Creación de un Consejo Consultivo Planificador de los Movimientos Sociales.

Impulso a la integración energética de Latinoamérica y el Caribe.

(Continuará)